En los últimos tiempos, la Dama de Elche se ha convertido en un símbolo de reivindicación para los ilicitanos, y su posible regreso a la ciudad natal se percibe ahora como más cercano que nunca. Esto se debe, en gran parte, a la persistente gestión de Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, quien en su reciente reunión en Moncloa con el presidente Pedro Sánchez, no se olvidó de Elche ni de sus demandas más importantes.

En una reunión marcada por diversos temas clave para la Comunidad Valenciana, como la financiación autonómica, la gestión del agua y la bajada de impuestos para las clases más necesitadas, Mazón incluyó la solicitud del regreso de la Dama a Elche. Este gesto no es solo una reivindicación simbólica, sino que demuestra la implicación directa de Mazón con la ciudad y su voluntad de que este icono regrese al lugar que le corresponde.

Los ilicitanos sabemos muy bien lo que significa la Dama de Elche para nuestra identidad. Cada vez que nuestro alcalde ha hecho esta petición en años recientes, las respuestas desde el gobierno central han sido siempre evasivas, llenas de excusas que han generado una justificada frustración entre la ciudadanía. Sin embargo, en el actual contexto político, en el que el gobierno central se ve en la necesidad de ceder a las peticiones de diversas comunidades autónomas a cambio de apoyos parlamentarios, hay una ventana de oportunidad para que esta demanda histórica de Elche se haga realidad.

No cabe duda de que la Dama de Elche no es solo una pieza arqueológica; es un símbolo de nuestra cultura y patrimonio. Es, además, una oportunidad para que nuestra ciudad se coloque en el mapa turístico y cultural de una manera mucho más visible. El regreso de la Dama supondría un reconocimiento a la importancia de Elche en la historia de España y un gesto de justicia hacia nuestra ciudad, que durante demasiado tiempo ha visto cómo se postergaba esta justa reivindicación.

Sin embargo, no podemos ser ingenuos. A pesar de la insistencia de Mazón, cabe preguntarse si el actual presidente del gobierno, Pedro Sánchez, dará prioridad a esta demanda. Desde luego, parece que para Sánchez, que busca mantenerse en Moncloa a través de acuerdos con diferentes fuerzas políticas, Elche no tiene el peso político necesario para ser parte de sus cálculos estratégicos. Es posible que, si no fuese por las alianzas coyunturales, la Dama de Elche ya estaría en su lugar gracias al compromiso que, de forma pública, hizo en su momento Alberto Núñez Feijóo durante su visita a la ciudad.

No obstante, hay razones para el optimismo. Con Carlos Mazón liderando la Generalitat y Pablo Ruz al frente del ayuntamiento, Elche cuenta con dos figuras que han demostrado estar comprometidas con esta causa. Ambos han manifestado de manera clara y firme su intención de traer de vuelta a la Dama, y su perseverancia podría ser clave para lograrlo. Sabemos que con ellos, la Dama tiene más posibilidades de volver a casa. Aunque tengamos que esperar a que no esté Sánchez.