OPINIÓN

Porque se trata de Elche

17 de octubre de 2024 - 00:01
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Las ciudades cuando no avanzan, mueren. Al igual que cuando no disponemos de un plan, acabamos en cualquier lugar menos en el deseado, una ciudad sin un horizonte claro y una vocación inequívoca de avanzar para lograr los objetivos perseguidos, termina vagando por un presente continuo de ir hacia delante para no llegar a ningún lado.

Elche corre ese riesgo o, peor aun, puede ser que ya haya tomado ese camino de confundir lo urgente con lo necesario, el presente con el futuro y lo que yo pienso por lo que es mejor para todos.

No hay ninguna duda que desde la llegada de la democracia la ciudad ha avanzando, aunque no al mismo ritmo a lo largo de la historia ni con el mismo éxito.

Las primeras legislaturas, con Ramón Pastor como alcalde y una corporación llena de ilusión democrática, se trabajó para lograr construir una ciudad en todos los sentidos. Con la voluntad de unir ideas, proyectos y voces afrontaron los retos de una ciudad industrial considerada como el motor económico de la provincia de Alicante y que aspiraba a ser una ciudad moderna que superara los años de la dictadura.

El inicio de la década de los años 90, del siglo pasado, estuvo caracterizada por el fortalecimiento de los estamentos institucionales, culturales y sociales de una ciudad que había madurado gracias a una visión conjunta de progreso económico basada en una industria del calzado y, por qué no decirlo, una economía informal que generaba beneficios para muchos ilicitanos e ilicitanas.

Es en el año 1995 con la victoria del PP, por primera vez en unas elecciones municipales en Elche, pero con un gobierno de coalición entre el PSOE e IU siendo elegido Alcalde, Diego Macia, cuando la ciudad experimenta el mayor avance social, cultural, económico e institucional más importante de nuestra historia reciente. En tres legislatura dimos un salto crucial como ciudad, que además, hizo que el PSOE pasara de 11 a 15 concejales con una mayoría más que absoluta en la última legislatura de Diego Macia.

Después de esos 12 años de liderazgo de la ciudad, nada relevante. Gestionar el presente y acrecentar lo hecho en el pasado, pero nada que vuelva a dotar a Elche de un liderazgo indiscutible como ciudad media. En definitiva, gestión local del día a día y riña política del “y tu más”.

Antes teníamos un plan, Futurlelx, después de ese proyecto común construido entre todos hemos pasado de la ocurrencia mediática, al exabrupto político, la riña permanente y la pérdida de liderazgo, es decir, el comienzo de la irrelevancia de nuestra ciudad en un mundo globalizado en todos los sentidos.

¿Tenemos capacidad de volver a ser una ciudad media de referencia? Definitivamente sí, pero no sin un proyecto claro y consensuado entre todos. Pero eso no me corresponde decirlo a mi, sino a nosotros desde cada una de nuestras ocupaciones, desde nuestras ilusiones como ilicitanos y con nuestro valor como gentes que siempre hemos sabido mirar al futuro, trabajando desde el presente, porque se trata de Elche.