El catedrático de Microbiología de la Universidad de Alicante (UA) y reconocido mundialmente como uno de los ‘padres’ de la técnica CRISPR, Francis M. Mojica, ha iniciado un proyecto de investigación pionero en el ámbito de la genética. En colaboración con los profesores Riccardo Rosselli y Javier Espinosa, también del Departamento de Fisiología, Genética y Microbiología de la UA, Mojica lidera un estudio que busca desentrañar el funcionamiento de un sistema CRISPR-Cas del subtipo IV-B, cuya actividad biológica sigue siendo un misterio. Este proyecto ha sido seleccionado dentro de la prestigiosa convocatoria “Generación de Conocimiento 2023” del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, con una financiación que abarca tres años de investigación.
Los sistemas CRISPR-Cas, fundamentales en la revolución de la edición genética, actúan como mecanismos de defensa natural que permiten a las bacterias protegerse frente a infecciones virales. Sin embargo, no todos los sistemas CRISPR-Cas siguen este patrón. En palabras de Mojica, “aunque conocemos ampliamente cómo funcionan la mayoría de los sistemas CRISPR-Cas, algunas variantes, como las del subtipo IV-B, tienen una composición tan diferente que su función aún no se ha podido aclarar”.
El proyecto se centrará en analizar el papel de este sistema, que según observaciones previas podría actuar como un mecanismo de contra-defensa bacteriana, inhibiendo otros sistemas CRISPR-Cas. Para ello, los investigadores emplearán como modelo a la bacteria Heyndrickia coagulans, conocida por su uso como probiótico y en la producción de compuestos de interés industrial. Mojica explica que el objetivo principal es dilucidar el mecanismo de acción del subtipo IV-B y su impacto en la interacción entre virus y bacterias, un campo que, según el investigador, tiene “enormes repercusiones para la vida en la Tierra”.
Además de avanzar en el conocimiento fundamental sobre esta “carrera armamentística” entre microorganismos, los resultados del estudio podrían tener aplicaciones revolucionarias. El desarrollo de herramientas moleculares basadas en el sistema IV-B podría utilizarse en la mejora genética de cultivos, la bioproducción industrial o incluso en terapias génicas para enfermedades como el cáncer, el alzheimer, la diabetes y las cardiopatías. Asimismo, Mojica señala que la tecnología derivada de CRISPR podría optimizar el uso de bacteriófagos para combatir infecciones bacterianas resistentes a antibióticos, un desafío crucial en la medicina actual.
Francis Mojica, figura destacada en el ámbito científico, ha recibido numerosos galardones por su trayectoria, entre ellos el Premio Jaime I a la Investigación Básica, el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento y el Premio Albany Medical Center Prize, considerado el reconocimiento más importante en el campo de la investigación médica en Estados Unidos. Con este nuevo proyecto, su equipo busca sentar las bases de una nueva generación de avances biotecnológicos que, según Mojica, “podrían transformar tanto nuestra comprensión de los microorganismos como las herramientas que empleamos para resolver problemas globales”.