Este año, los ciudadanos nos hemos portado realmente bien. Nos ha tocado esforzarnos más que nunca para llegar a fin de mes y cubrir las necesidades básicas, enfrentándonos a precios que no dejan de subir. Hemos cumplido con nuestras obligaciones, pagando impuestos que cada vez pesan más en los bolsillos. Pero, ¿qué hemos recibido a cambio? Lo mismo de siempre: poco. Desde las administraciones públicas, sean del color que sean, nos llega mucho menos de lo que damos.
En Elche, una ciudad que es motor económico y social de la Comunidad Valenciana, seguimos esperando que lleguen las infraestructuras prometidas. Por eso, Reyes Magos, os pedimos avances reales para el próximo año. Entre nuestras mayores necesidades está la circunvalación sur, ese proyecto que lleva años guardado en un cajón y que parece que por fin han desempolvado. También os rogamos que nos traigáis noticias sobre el centro de congresos prometido, que podría impulsar el desarrollo de la ciudad. Y no olvidemos el eterno tranvía, que debería conectarnos mejor y que, por desgracia, parece haber quedado en palabras vacías de la Generalitat Valenciana. Si no es posible un tranvía, aceptamos la diligencia de Playmobil.
En San Antón, nuestros vecinos todavía esperan que se firme el convenio que permita continuar la remodelación del barrio. Ya que las administraciones locales y autonómicas no logran ponerse de acuerdo, quizás vosotros podáis ayudar a que llegue una solución.
Quizás, y siendo realistas, la depuradora de Algorós sea un intento de perfume balsámico y necesario en forma de millones, pero creemos que merece mucho más. Porque, una vez más, nos sentimos abandonados. Nos sentimos como esa ciudad que trabaja, que contribuye, pero que apenas recibe apoyo de las administraciones.
Este año, además, hemos vivido momentos muy difíciles, como la tragedia de la DANA que golpeó a nuestros hermanos valencianos y que nos ha conmocionado profundamente. Fue otra ocasión en la que los políticos demostraron su falta de empatía, su incapacidad para asumir responsabilidades y su ausencia de voluntad para dar un paso al costado cuando las cosas no se hacen bien.
Del Estado central no esperamos nada, ni siquiera ayuda cuando la necesitamos. Somos todos catedráticos los ilicitanos en captación de ningún fondo. Que Koldo nos ampare y Torrente nos bendiga.
Pero, Reyes Magos, no todo es malo. En Elche también hay motivos para la esperanza. Hemos visto avances en ciertas remodelaciones necesarias: la ciudad está más bonita que nunca, y hasta parece que tendremos un Mercado Central que, aunque proteja ese bodrio arquitectónico, que dotará a Elche de algo muy necesario.
También contamos con una oposición local que cumple con su papel, fiscalizando y presionando al gobierno, aunque, como el gobierno, sufre de una amnesia muy selectiva.
Por ello, para este nuevo año pedimos que los políticos, tanto los que gobiernan como los que están en la oposición, recuerden sus compromisos y trabajen en consecuencia: que los que gobiernan no olviden lo que criticaban antes, y que los que critican hoy no olviden cómo actuaban cuando estaban en el poder.
Por último, Reyes Magos, mi mayor deseo no son infraestructuras ni proyectos: os pido salud, trabajo, felicidad y amor para todos. Para todos los ciudadanos de Elche, para las familias que más lo necesitan y para quienes han pasado un año duro. Que nunca nos falte la esperanza ni el amor.
Atentamente,
Un ciudadano de Elche que todavía cree en los Reyes Magos.
