Todo buen entrenador debe tener un mejor grupo de trabajo que le complemente. Dicen que cuatro ojos ven más que dos y Beccacece tiene el apoyo de Guille Marino para afrontar el día a día en el Martínez Valero. El segundo entrenador forma, junto con Martín Bressan y José Ernesto Amador, el cuerpo técnico del argentino, desde su aterrizaje en territorio franjiverde, para dibujar su círculo de confianza. La relación entre Beccacece y sus ayudantes nace de lo profesional pero también traspasa lo personal. «Funcionamos como una familia» asegura siempre. El fútbol en el césped es la suma de opiniones en la pizarra y el entrenador franjiverde tiene un equipo construido a fuego lento con el transcurso de las temporadas, preparado para dar el salto a primera línea cuando el momento lo requiera. El de Guille Marino ha llegado, además por partida triple ante el severo castigo impuesto a Beccacece.

El próximo domingo, tras la expulsión sufrida por el rosarino ante el SD Éibar, Guillermo Marino deberá asumir las riendas del equipo a pie de campo. Beccacece ya ha designado como ‘heredero’ a su segundo al que, entre risas, dice “estoy haciendo famoso en Europa” tras haber sido un jugador importante en equipos como Boca Unidos y Atlético Rafaela, en Argentina, o Tigres en México y Universidad de Chile en el país andino. Logró títulos en CA Newell’s Old Boy y CA Boca Juniors, además de en México y en Chile. Beccacece le ha definido como un entrenador “extremadamente opuesto a lo que soy yo, así se compensan los cuerpos técnicos”. “Es una persona extraordinaria, un ser de luz divino. Nos entendemos con una sola mirada. Que no esté no va a ser un condicionante para que el equipo haga y muestre lo que tiene que hacer. Jugar, protagonizar, arriesgar y dominar. Esté quien esté en el banquillo, es circunstancial. Tengo la convicción de que los chicos va a hacer un gran partido el fin de semana”.

Siempre de la mano

Guillermo Marino nació en Los Surgentes, una localidad de poco menos de 4.000 habitantes situada en el departamento Marcos Juárez, provincia de Córdoba, en Argentina. Los caminos de Beccacece y Marino se cruzaron en la temporada 2011/2012, cuando el segundo entrenador militaba como futbolista (volante) en la Universidad de Chile y el rosarino le entrenó como segundo de Sampaoli. A partir de entonces, los currículos de ambos empezaron a completarse a base de éxitos, trabajando en 2018 en CA Defensa y Justicia y posteriormente en Independiente y en Racing, en Avellaneda, para de nuevo volver de la mano a Defensa y Justicia. “Desde el momento que nos vimos, tuvimos un acercamiento especial. Me ayudó muchísimo dentro y fuera del campo. Tenemos una relación de unión y lealtad”, explicaba en febrero de 2022 en una entrevista a Diario Olé, Guille Marino.