Todos tenemos derecho al agua para la vida de las ciudades y para la vida de los campos, solo que dentro de ese derecho los hay con más o con menos energías y con esto me refiero a que los especuladores que en su día aumentaron las hectáreas de regadío, quizá crearon un problema serio que hoy tiene muy mala solución sin perjudicar a quienes menos deberían perder.

Hubo un tiempo en que el agua generaba mucha riqueza y los presidentes autonómicos trabajaron para defender sus tierras y a sus campesinos y en éste sentido el señor Valcarcel consiguió del señor Camps una cierta condescendencia respecto a los regadíos y es que en su día no se levantó la voz cuando pretendieron y consiguieron los caudales necesarios para generar miles de hectáreas de regadío en la zona del Noroeste murciano.

Pero esas andanzas que acordaron aquellos presidentes. Hoy ya no están, aunque alguno de ellos se este postulando a cargos importantes.

El caso es que hoy, con la amenaza del cambio climático como espada de Damocles, con las pretensiones de todos los alcaldes y presidentes de diputaciones y autonómicos de las regiones implicadas en el TRASVASE TAJO-SEGURA, se tiene la obligación de llegar a un acuerdo que perjudique lo menos posible a los campesinos que hasta hoy han estado regando pacíficamente y pagando por ello, sus tierras para producir riqueza, empleo y desarrollo en las zonas rurales.

Es cierto que hoy existen otras fuentes que aportan a los caudales de riego muchos hectómetros cúbicos y con ello seguridad en el consumo urbano y por tanto tambien en los regadíos.

Que probablemente se debiera redistribuir el coste de esas fuentes de aguas para que quienes más se benefician, paguen un poco más por el uso.

Para los agricultores, el aprovechamiento de las aguas procedentes de las EDAR es casi obligatorio ya que se han establecido los sistemas de filtrado que así lo permiten. Los tratamientos terciarios ya estan en casi todas las EDAR.

Pero con el Trasvase Tajo Segura NO SE JUEGA, NI AHORA NI NUNCA.

No se debe acudir permanentemente a los juzgados, como si los agricultores no tuvieran más que pleitear. Cuando lo que desean y merecen es la tranquilidad de saber que tienen unos cudales necesarios para sacar sus cultivos adelante.

No para implantar mil nuevas hectáreas de lo que sea. Para eso NO.

Para regar sus explotaciones, que han venido trabajando campaña tras campaña en las ultimas tres o cuatro décadas de manera pacífica y sin más sobresalto que los provocados por alguna rotura o por una pertinaz sequía en cabecera del Trasvase.

Hoy no hay tales sobresaltos. En la cabecera del Trasvase hay mas de ochocientos hectómetros cúbicos, una cantidad inimaginable hace veinte años. Seguro que los alcaldes de los pueblos cercanos a los pantanos no saben ya que negocios emprender. Porque un servidos hace treinta años fue con otras dos personas a visitar los pantanos cuando estaban con menos de doscientos hectómetros en total y vimos los planos de pretendidas urbanizaciones con embarcaderos propios. Incluso tuvimos la oportunidad de ver obras publicas de la época del dictador, abandonadas porque los cálculos de reservorios de aguas en los pantanos no pudieron cumplirse. Abandonadas muchas décadas atrás.

Y hoy, al parecer, Confederaciones, Comunidades, Sindicatos y Alcaldes junto a Presidentes de la más variada procedencia no piensan en otras cuestiones más que en plantear reclamaciones judiciales por cualquier medida que tome el Ministerio.

Son muchísimas las querellas iniciadas en los últimos años y no se de ninguna que se haya ganado, al menos en su totalidad. Si son notorias las que se pierden.

Y cabe pensar que en vez de plantear querellas no valdría más la pena, hincar conversaciones abiertas, con opiniones contrastadas, con la información con la que cuentan todos encima de la mesa y acabar en unos días o en unos meses con unos acuerdos sensatos, civilizados y que no responsan a iniciativas políticas sino a la defensa cierta e inequívoca de los intereses de TODOS LOS AGRICULTORES que a lo largo del tiempo desde los años setenta en que se inicio el trasvase de aguas del Tajo hacia nuestra tierras, han venido bien utilizando esas aguas para producir, para abastecer los mercados y exportar a todos los países nuestras frutas y hortalizas.

Y es que en nuestras comarcas , el clima, las tierras y el saber hacer de los agricultores heredado en parte de sus abuelos y aprendido sin duda de todos los estudios universitarios que se realizan al respecto lleva adelante una producción extraordinaria en variedad y en calidad.

Sabemos que en menos de veinte años todo esto cambiará por culpa del calentamiento global, si, es inexorable.

Hoy ya hay productores que se han trasladado a zonas del interior para cultivar toda clase de frutas porque el clima cambiante lo permite.

También existen métodos importantes para cultivar en zonas un poco cerriles, con los invernaderos y cubiertas de malla que permiten que los cultivos lleguen a la cosecha con muy buenos resultados evitando la lacra de los pedriscos y de los vientos.

El caso es que el mundo tal y como lo conocimos hace veinte años, ya no está, ya no es el mismo. Todo cambia muy aceleradamente y para cuando vengan a producirse las resoluciones de pleitos interminables, quizá ya no haya agricultores a los que beneficiar, en el supuesto caso de ganarlos, claro está.

Porque lo previsible es que no se pierdan, pero no se ganen con claridad, con lo que se eternizan las querellas de explicación y de aclaración de lo reclamado.

Creo con toda sinceridad que hay mucha gente preparada en las zonas productoras y en los gobiernos autonómicos y central como para llegar a acuerdos certeros tras el análisis de toda la información disponible.

Déjense de querellas mediáticas, de postureos inverosímiles y de tratar por todos los medios de hacer del agua la política bélica de oposición. Eso no debería permitirse jamás.

Todos los partidos democráticos tienen la oportunidad de conocer toda la información hídrica disponible, toda la información climática y también la información económica que permita llegar a ACUERDOS FIRMES QUE SE PUEDAN CUMPLIR AHORA Y EN EL FUTURO.

Creo que todos los esfuerzos en tratar de llegar a acuerdos y no de llegar a querellas sería mucho mejor empleado y mucho más beneficioso para todos los agricultores.

Pero por encima de todo no traten de eliminar los derechos de quienes llevan treinta años regando sus tierras de las aguas del trasvase Tajo-Segura. No lo hagan.

No tienen derecho a hacerlo. Al contrario, tienen la obligación todos los gobiernos de amparar a esas familias que tienen sus explotaciones orientadas al cultivo de cítricos, viñas, hortalizas, platas ornamentales y toda clase de cultivos de futuro. Hablen , dialoguen y lleguen a acuerdos. Por el bien de nuestras agriculturas y de las familias que tienen en ello su manera de vivir.