Corría el año 2005 cuando un grupo de antiguos amigos, aprovechando sus afinidades y su gusto por la pólvora y por las fiestas de Elche, decidieron asistir juntos a ver las mascletàs. El calor sofocante del mes de agosto les hizo pensar que para refrescarse un poco podían recuperar esa tradición tan ilicitana de la paloma y el canariet.
En el paseo de la Estación se juntaron estos ocho o diez amigos y se comprometieron a traer para el día siguiente unas neveras de la playa, estas iban cargadas de cerveza, anís seco, jarabe de limón,agua fría y mucho hielo. Otros se unían al ágape y aportaban un poco de embutido y salaura ( mojama, hueva, bacalao y bonito). La combinación era perfecta para pasar un buen rato con motivo de las fiestas patronales en honor a Nuestra Virgen de la Asunción. Eso sí, faltaba preparar las voces para tararear y cantar las tradicionales habaneras de Fil i Cotó.
Bajo los acordes del Venim de la Mar, la Llauraora y del Aromas Iliictanos, se iban incorporando nuevas personas, que ya sea por su amor a la pólvora o a la Mare de Déu, volvían al día siguiente a pasar un buen rato. Y así fue como este grupo de amigos se fue ampliando hasta el día de hoy. Allá por el 2010 y con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento y de la empresa SYS conseguimos tener una mejor organización, logística y visibilidad. Ya en el 2011 y para buscar un mayor retumbe y sonoridad se decidió trasladar las mascletàs al Palacio de Altamira, un marco también muy bueno en el que la PENYA disfrutó mucho. Hemos sido unos privilegiados al poder disfrutar de este espectáculo pirotécnico desde dentro, siempre en primera línea.
Al oficializar este grupo de amigos y convertirlo en Associació Cultural d’Amics de les Mascletaes d’Elx, tuvimos que hacer partícipe de nuestra alegría y de nuestro modo de ver las fiestas, a todo aquel que lo quisiera y fuera a nuestra carpa. Éramos fácilmente identificables, llevábamos camisetas amarillas como el color del canariet( anís con jarabe de limón) y siempre estábamos cantando, disfrutando y atendiendo a aquel que quería refrescarse con esta bebida tan refrescante y de tanta raigambre ilicitana.
Somos cada uno de un padre y de una madre, tenemos pensamientos e ideologías dispares, eso sí, nos une el amor por Elche y por todo lo que tenga que ver con este bendito palmeral. Nos ubican en un sitio u otro ( ahora estamos en el Monumento al Maestro), gobierna tal o cual alcalde, a todos tratamos por igual, porque por encima de nuestras diferencias siempre creemos que es más importante ver las similitudes y estar siempre por y para Elche. La Peña cada vez está cogiendo más protagonismo en el programa de las fiestas, estamos y se nos ve, asistimos a los medios de comunicación, acudimos a aquellas entidades o asociaciones que nos reclaman, en definitiva, tenemos cierta visibilidad. La gente nos conoce y este medio también es positivo para llegar a cuantos más ilicitanos mejor, queremos ser un referente local. Queremos crecer, eso sí, manteniendo la esencia, sin dejar de ser nosotros. Tenemos tan claro qué somos y qué no queremos ser, que el sentimiento tan fuerte de pertenencia nos hace ir siempre en la buena dirección.
Tenemos cantera, hay un gran relevo generacional, nuestros mayores nos van dejando para reunirse con la Mare de Déu. Siempre los tenemos presentes en nuestras Misas Ofrendas en la basílica de Santa María y cuando lanzamos un cohete ofrenda la Nit de l’Albà.
Cualquier entidad o grupo humano que no se acuerda de sus mayores no es digna de seguir existiendo. Es por ello, que nos gustaría recordar a Vicente Serrano, Diego Sánchez, Joaquín Rico, Jesús del Valle, Pedro del Valle y Pedro Sirvent.
Ver a las nuevas generaciones tomar el testigo de sus padres, recuperar las canciones tradicionales del pueblo y tener al canariet como una bebida refrescante en la época estival, son algunos de los motivos por los que seguiremos trabajando en el día a día para el engrandecimiento de nuestra patria chica.
En nombre de la Penya del Canariet, desearles a todos ustedes unas felices Fiestas Patronales.
VISCA LA MARE DE DÉU I VIVA EL POBLE D’ELX