El Elche CF se ha metido de lleno en la carrera por fichar a Iker Losada, mediapunta gallego de 23 años que no entra en los planes del Betis y que tiene tres pretendientes claros: Elche, Levante y Celta de Vigo. El club franjiverde, con Eder Sarabia al mando, considera que puede ser un refuerzo clave para la temporada y está decidido a convencerlo.

El Celta, su casa y el club en el que se formó, también ha mostrado interés, pero tanto en Vigo como en Heliópolis saben que allí tendría menos protagonismo que en Elche o Levante. Para Losada, que busca minutos y continuidad, esta es una decisión clave en su carrera.

El Betis, que pagó 1,8 millones de euros por él, ya le ha dado libertad para buscar destino y se muestra dispuesto a facilitar su salida en forma de cesión. El verano ha sido movido: siempre estuvo en la rampa de salida, pero las negociaciones no fructificaron. Ahora, con la ventana de fichajes en su recta final, los contactos se han acelerado.

Mientras decide su futuro, el jugador ha superado unas molestias en el tobillo tras una entrada en Málaga y se ha entrenado con normalidad, incluso con opciones de entrar en la lista para el debut liguero… ante el propio Elche.

Formado en la cantera del Celta, Losada comenzó a destacar en su pueblo, Catoira, hasta que el club celeste lo incorporó. En juveniles brilló con 13 goles en División de Honor y en 2019, con solo 18 años, debutó en Primera marcando al Real Madrid, convirtiéndose en el primer jugador del club nacido en el siglo XXI en anotar en la élite.

Tras alternar primer equipo y filial, firmó por el Racing de Ferrol en 2023, donde cuajó una gran temporada en Segunda (9 goles y 7 asistencias). Ese rendimiento llamó la atención del Betis, pero su paso por Heliópolis ha sido discreto: 10 partidos, solo tres como titular, 333 minutos y ningún gol. En enero de 2025 regresó cedido al Celta, donde disputó 12 encuentros, marcó un gol y dio dos asistencias.

En el Elche le ven como un mediapunta con clase, visión y capacidad para marcar diferencias. Sarabia lo quiere como pieza clave y el club confía en que la promesa de protagonismo y el ambiente del Martínez Valero pesen más que el sentimentalismo de volver a Vigo o la opción del Levante.