ENTREVISTA CAPITAL | MIGUEL RECIO, EXPORTERO DEL ELCHE CF

Miguel Recio: “El Elche CF forma parte de mi vida, en los once años que estuve nunca dudé en marcharme”

El exportero repasa sus once temporadas en el club franjiverde, donde llegó a disputar más de 300 partidos marcados por dos ascensos, la inolvidable historia del “penalti del zapato” y un vínculo con la afición que le llevó a quedarse a vivir en Elche toda su vida
FacebookTwitterWhatsApp
Elche Capital
03 de octubre de 2025 - 22:26

Hablar de Miguel Recio es hablar de una de las porterías más recordadas en la historia del Elche CF. Llegó a la ciudad a principios de los años 80 y terminó convirtiéndose en un símbolo bajo palos durante once temporadas en las que disputó un total de 320 partidos oficiales. Su trayectoria estuvo marcada por ascensos y descensos, por la inolvidable parada del famoso “penalti del zapato” y, sobre todo, por un cariño de la afición que le llevó a tomar una decisión vital: quedarse a vivir en Elche para siempre.

Con un discurso lleno de gratitud, el exportero franjiverde repasa en esta entrevista sus inicios, la competencia en la portería, los momentos más vibrantes de su carrera y las amistades forjadas dentro y fuera del vestuario. Además, reflexiona sobre cómo ha cambiado el fútbol en las últimas décadas y habla del gran momento de forma que atraviesa el Elche CF y el valor que sigue teniendo la afición en la identidad del club.

  • Miguel, ¿cómo vivió su primer día en el Elche C.F. y en la ciudad?

Primero decir que me vine a Elche junto con otro compañero que falleció, Ángel Pérez García, un lateral rubio. Fue un intercambio por el traspaso de Paco Bonet, que se fue del Elche al Real Madrid. En el trato entraban dos jugadores y nos vinimos nosotros. El primer día llegué yo y unos días después vino Ángel. Así fue como llegué al Elche CF

Después, a la hora de firmar el contrato, en el equipo había problemas de cambio de presidente y de directiva. No sé si había elecciones. Me reuní con el secretario que teníamos en ese momento y firmé el contrato antes de las vacaciones. Creo que el presidente era Martínez Valero, si no me equivoco fui el último jugador que firmó estando él.

A la vuelta, cuando ya íbamos a empezar la temporada, creo que el entrenador fue Luis Cid Carriega, no recuerdo bien si entró otro presidente en ese momento. El secretario me enseñó la ciudad y me gustó mucho, aunque ya la conocía porque había jugado varias veces contra el Elche. En aquel tiempo era un club muy interesante, con un gran estadio y con mucho peso en Segunda División. Vine con mucha ilusión y la ciudad me pareció muy atractiva. 

  • Al llegar esperaba ser titular y encontrarse con un solo portero, pero se encontró con tres. ¿Cómo afrontó esa competencia inicial?

Lo importante es tener confianza en uno mismo. Ante eso, había que trabajar y demostrar lo que uno vale. No me preocupó, fue una sorpresa porque el directivo que habló conmigo me dijo que prácticamente no tenían porteros, y luego me encontré con que sí había, y muy buenos. Pero no tuve problema, algunos buscaron otro equipo y el que se quedó fue Alfonso Vidal, buen portero y buena persona, con quien hice buenas migas.

Él empezó jugando y al cuarto o quinto partido tuve la oportunidad de entrar. Desde entonces me quedé prácticamente como titular casi siempre que he estado en el club, salvo cuando tuve lesiones que me apartaron del campo. En general estoy satisfecho con mi trayectoria en el equipo, jugué bastantes partidos, aunque también me perdí algunos tantos.

  • ¿Qué fue lo que más le impresionó de Elche y del club en esos primeros días?

Lo que más me impresionó fue la afición. Me integré muy bien con ella. Creo que ahora la afición es muy diferente, era muy familiar, muy cercana a la ciudad, muy volcada. Había sufrido un disgusto grande el año anterior con el famoso caso de Cádiz, cuando tenían el ascenso prácticamente en la mano. Pero al año siguiente conseguimos ascender a Primera y aquello fue inolvidable.

La afición siempre me trató muy bien, tanto que me quedé a vivir aquí, y aquí sigo. Esa fue una de las cosas que más me marcaron del equipo y de la ciudad en general.

  • ¿Dónde vivió y cómo se adaptó a la ciudad en los primeros meses?

Al principio hice lo típico, me busqué un piso de alquiler. Estuve en un piso en Altabix que era de Esteban, también exportero del Elche. Después, cuando ya se reunió la plantilla, me fui al centro con dos compañeros solteros, Felipe Nery y Fali, un lateral que tuvo una lesión y se marchó pronto. Vivimos en la calle José Ramos, en el centro de Elche.

Al año siguiente me casé con mi novia de Madrid y nos instalamos en el centro, por la zona de la Glorieta.

  • Usted vivió dos ascensos a Primera División y también descensos a Segunda B. ¿Cuál de estos momentos recuerda con más emoción?

El ascenso que más me llenó fue el primero, en el 1984. Fue muy difícil porque subimos como quintos gracias a que había dos filiales por encima nuestra en la clasificación. Todo se decidió en el último partido contra el Bilbao Atlético, que era primero. Había tensión por la sombra del partido famoso del Cádiz. Pero todo salió fenomenal, ganamos 4-0 y aquello fue una fiesta tremenda, nunca había vivido nada igual. Ese ascenso lo guardo en el corazón.

  • En la temporada 83/84, recuerda la anécdota del penalti y el zapato. ¿Podría contárnosla para los aficionados?

Sí, fue contra el Granada. Se pitó un penalti en contra que no fue. Yo intuí la jugada, me lancé, cogí el balón y el delantero cayó. El árbitro, que estaba detrás, no lo vio bien y pitó penalti. Lo lanzó Kostic, que había sido compañero nuestro hacía unos años, y marcó gol. Pero justo en el momento de lanzar cayó un zapato desde la grada y la jugada se anuló.

Se repitió el penalti y lo paré. Imagina la que se armó. Quedaban pocos minutos y esa parada influyó bastante para llegar al último partido con opciones de ascenso y ganarle al Bilbao Athletic.

  • A lo largo de sus once temporadas, ¿hay algún partido o parada que recuerde como la más importante de su carrera en el Elche?

Diría que la del penalti, la del zapato. Ha habido muchos partidos y muchas jugadas, pero esa se quedó grabada. 

  • Compartió equipo con grandes porteros como Puente, Burgueña o Cañizares. ¿Cómo era la convivencia y la competencia con ellos?

Muy bien. Siempre me he llevado bien con los compañeros y nos hemos ayudado mutuamente. En ocasiones ellos entraron al equipo cuando yo tuve alguna lesión o incluso cuando me expulsaron en mi último partido con el Elche, en Leganés. La mayoría de partidos que me he perdido han sido por lesión pero enseguida pude volver. Nunca tuve enfrentamientos, discusiones ni malos gestos con ninguno, que a veces suele ocurrir. Al contrario, siempre hubo buen ambiente y nos hemos ayudado.

  • ¿Cuál considera que ha sido el mejor futbolista con el que ha compartido vestuario a lo largo de su carrera?

Es muy difícil elegir a uno solo, sería injusto. He coincidido con grandes jugadores. Recuerdo a Claudio en el Elche, un gran delantero, y también a Germán Leguía, un centrocampista peruano que manejaba muy bien el juego. Han sido muchos, y todos de gran nivel. Al igual que este, que yo creo que desde que llevo en Elche está siendo la mejor temporada hasta el momento.

  • ¿Quién fue su mejor amigo en el fútbol dentro del vestuario?

Durante la etapa que compartí con Felipe Nery, él fue un buen compañero y amigo, vivimos juntos alrededor de un año. También Isidro, con quien estuve en Madrid y después de estar en Santander vino aquí a Elche un par de años. En general me llevé bien con todos, tanto con los veteranos como con los jóvenes. Otro con el que me he llevado muy bien ha sido Fidel, con quien mantengo amistad hasta hoy. Nos seguimos viendo en Elche y sigue siendo un gran amigo, incluso más allá del fútbol.

  • Para muchos, usted es uno de los porteros más importantes de la historia del Elche. ¿Qué le diría a la afición que le ha seguido durante todos estos años?

Dar las gracias por el apoyo que recibí durante tantísimos años. Estuve once temporadas, y siempre sentí el calor y el respaldo de la afición. Nunca me preocupó si había interés de otros equipos, porque estaba muy a gusto aquí. Uno de los motivos principales fue precisamente ese agrado y ese cariño que siempre tuve con la afición. Solo puedo agradecerlo.

  • Después de tantos años vinculado al club, ¿qué significado tiene para usted el Elche C.F.?

Formó parte de mi vida. En la carrera de cualquier deportista siempre hay etapas y la mía en el Elche fue la más importante. Empecé en el Castellón, pasé por Madrid, pero donde más tiempo estuve, más recuerdos guardo y más satisfacciones viví fue aquí. También hubo decepciones, por supuesto, pero el Elche es la etapa que más me ha marcado, forma parte de mi vida y es imposible de olvidar.

  • Tras retirarse, trabajó en el Elche Squash Club y volvió como entrenador de porteros. ¿Cómo vivió ese regreso al club desde otra faceta?

Fue una experiencia que compaginé con mi etapa en el Squash. Estuve con varios entrenadores encargándome de los porteros. Incluso fui segundo entrenador algún año. Pero después ya no me motivó seguir entrenando equipos. Fue una experiencia bonita, pero luego encontré trabajo en Puma, en Carrús, con gente muy buena que conocía, y me dediqué al mundo laboral como uno más. El fútbol pasó a ser algo para disfrutar desde fuera.

  • Actualmente sigue vinculado a la Asociación de Veteranos y a proyectos deportivos en Elche. ¿A qué se dedica ahora?

Estoy jubilado. Intento asistir cuando puedo a algún evento, aunque a veces por horarios me resulta complicado porque entrenan los miércoles. Aun así, participo en varios grupos de veteranos, me llevo bien con los más mayores y con los más jóvenes, yo estoy en varios grupos y cuando me llaman para asistir a algún acto voy encantado.

  • ¿Por qué decidió quedarse a vivir en Elche después de su carrera?

Son muchos años aquí y mi hija prácticamente es de Elche, vino aquí con días. Ella tiene su vida aquí y eso influye mucho. Además, después de retirarme, aquí había más posibilidades de trabajo. Yo soy de Málaga, pero llevaba ya 30 años fuera de allí. En Madrid estuve poco, en Castellón menos. 

En Elche encontré un futuro laboral. Los futbolistas de ahora acaban mejor económicamente, pero en mi época la mayoría teníamos que trabajar después de retirarnos. 

Por eso me quedé, además de por lo agusto que estaba en la ciudad y por mis amistades.

  • Qué es lo que más le gusta de la ciudad?

Su situación geográfica. Está muy cerca de la playa, algo que a mi hija le encanta. He hecho muchos amigos, la ciudad es tranquila, muy bien situada y con todos los servicios. La gente es muy amable, tanto aficionados como no aficionados. Me integré perfectamente y ese es el motivo por el que me quedé a vivir aquí.

  • A lo largo de su carrera, ¿hubo algún jugador que le impresionara especialmente, ya fuera compañero o rival?

Sí, en mi caso tengo que hablar de un portero. Cuando era jovencito, tendría 17 o 18 años y empezaba en el fútbol digamos “profesional”, coincidí en el Castellón con un guardameta yugoslavo que fue muy importante para mí: Dragomir Racic. Estuve tres años con él y en esa etapa uno se empapa de todo, observa mucho y aprende. Para mí fue un auténtico maestro. 

Era una leyenda en el Castellón, ya falleció hace unos años, pero siempre lo he considerado mi referente en la portería. De él aprendí muchísimas cosas que después me sirvieron para forjar mi trayectoria y mis cualidades.

  • ¿Cómo vivió su etapa en el Real Madrid y llegó a debutar con el primer equipo?

No, oficialmente no. Estuve en varias convocatorias de Copa, en el banquillo en varios partidos y jugué algunos amistosos, pero no llegué a debutar en partido oficial. Coincidí con Miguel Ángel y García Remón, que prácticamente nunca se lesionaban, así que no tuve esa oportunidad.

  • ¿Cuál fue el momento más divertido o curioso que recuerda de su etapa en el club?

Sí, recuerdo especialmente uno contra el Córdoba. Mi gran amigo Felipe Nery, paraguayo, con el que además vivía en aquella época, marcó casi todos los goles, ganamos siete a cero en casa y él marcó cinco. Ganamos con una goleada y fue un día muy especial, porque lo celebramos juntos. Fue un partido para recordar.

  • Si pudiera revivir un día como jugador del Elche, ¿cuál sería y por qué?

Sin duda, el ascenso de 1984. Después del partido la gente invadió el campo, nos quitaron las camisetas y luego celebramos con una cena y una celebración junto a la afición y los compañeros. Fue un día inolvidable para mí.

  • ¿Qué valoración hace de su etapa en el Elche CF?

Siempre se pueden hacer las cosas mejor, pero dadas las condiciones de la época creo que la valoración es positiva. El Elche siempre ha tenido jugadores de gran nivel, incluso internacionales, y se ha practicado un fútbol muy bueno. Más allá del aspecto deportivo, me quedo con la relación con los compañeros, muchos de los cuales siguen siendo amigos hoy en día aunque estén viviendo en otras ciudades. Eso es lo que más valoro.

  • ¿Qué consejo daría a los aficionados jóvenes que sueñan con ser jugadores del Elche?

Les diría que hoy en día tienen más facilidades que nosotros. Antes aprendíamos en un descampado o en el patio del colegio; ahora hay escuelas de fútbol, entrenadores titulados, material deportivo de calidad y campos en buenas condiciones. Eso hace que los chavales de 17 o 18 años lleguen mucho más preparados que en nuestra época. Por supuesto, siempre está el talento innato, pero ahora todo el entorno ayuda muchísimo más.

  • ¿Cómo ha vivido el ascenso del Elche en la actualidad?

Fue una alegría tremenda, normalmente quedo con mis amigos y lo hemos disfrutado mucho. El club lleva años trabajando muy bien y se nota. 

Hoy el fútbol es más rápido, con más calidad, y además se gestiona mejor el grupo gracias a las rotaciones. Antes prácticamente se repetían once jugadores y había más malestar entre los que no jugaban, no se cambiaban las alineaciones a no ser que hubiese una lesión. Ahora las plantillas son amplias y todos tienen protagonismo, lo que da equilibrio y nivel al equipo. Eso sí, hace falta un buen presupuesto para mantenerlo.

  • ¿Cómo ve al Elche esta temporada y qué cree que puede aportar al equipo la afición?

A la afición no se le puede pedir más, está súper volcada, llenando el estadio prácticamente todas las semanas y animando sin parar, es el jugador número doce. Y del equipo que voy a decir, compite con calidad, lucha hasta el final de cada partido y mantiene la posesión, como ya se vio en Segunda, donde era de los que más dominaban la estadística de balón en toda la competición. 

Es una forma de juego que llevan ya un tiempo implementándola y lo hacen fenomenalmente bien. En algunas ocasiones es un poco apurado esa salida de balón. Antiguamente si hacías ese tipo de salida de balón y fallabas tú o el que la recibía, te la cargabas tú, así que antes lo que hacíamos era un patadón para arriba. Ahora se demuestra la calidad y la frialdad que tienen hasta los porteros.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *