El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha visitado este lunes el inicio de las obras de demolición del bloque 11 de San Antón, una actuación clave dentro del proceso de regeneración urbana del barrio. La intervención, que supone una inversión de 749.000 euros, ha sido adjudicada a la empresa Heri Berri S.L. e incluye el derribo de los bloques 11, 12, 13 y 14, declarados en estado de ruina, con la eliminación de 284 viviendas y 24 locales.

Ruz, acompañado por el concejal de Estrategia Municipal, Francisco Soler, y la tercera teniente de alcalde, Aurora Rodil, ha destacado que “la demolición será progresiva y controlada, comenzando con la retirada del cableado y continuando con el desmontaje de elementos estructurales hasta llegar al derribo completo, un proceso que durará entre cinco y seis meses”.

Durante la visita, el alcalde ha recordado que en los próximos días el Ayuntamiento firmará con el Consell el convenio que permitirá la construcción del nuevo edificio de 45 viviendas, tras la aprobación por parte del Gobierno valenciano del incremento del gasto plurianual en 2,5 millones de euros destinado a este proyecto. “La Generalitat Valenciana aporta esos 2,5 millones, el Ayuntamiento alrededor de 1,3 millones y los vecinos cerca de 2 millones. Es una vergüenza que el Estado siga ausente mientras los demás cumplimos. Exigimos que el Gobierno de España se sume a este proyecto de justicia social y dignidad para los vecinos de San Antón”, ha afirmado Ruz.

En la misma línea, Aurora Rodil ha calificado de “injustificable” la falta de implicación del Ejecutivo central y ha asegurado que “seguiremos reclamando lo que les corresponde a los ilicitanos que viven aquí y que merecen viviendas dignas y un entorno renovado”.

La jornada ha contado con la presencia de la directiva de la asociación vecinal San Antón Quiere Vivir, una entidad muy potente desde su creación y que ya con el desalojo del bloque 8 realizó un gran trabajo de coordinación entre el Ayuntamiento y los vecinos. Su presidenta, M. Ángeles López, ha expresado la satisfacción del vecindario: “Después de 12 años, por fin empiezan las nuevas demoliciones. Todos los vecinos lo esperábamos y pedimos que esto no se detenga. Queremos viviendas dignas porque este barrio humilde y trabajador lo merece”.