OPINIÓN

Avanzar en la calidad democrática

04 de marzo de 2024 - 09:03
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Sin lugar a dudas, los concejales que tuvimos la oportunidad de participar, el pasado lunes, en el Pleno del Ayuntamiento de Elche de febrero de 2024 hemos asistido a un acontecimiento que, sin temor a exagerar, puede ser calificado de un hito en la historia de nuestra Corporación, la aprobación definitiva, por primera vez, de un Reglamento Orgánico Municipal, una norma con la que teníamos que haber contado desde hace al menos 18 años, desde que la estableciera como preceptiva para los municipios de gran población la reforma de la Ley de Régimen Local aprobada en 2005, y que ningún Gobierno municipal hasta ahora había tenido la capacidad y la voluntad de afrontar. Nosotros lo hemos hecho, con responsabilidad y diligencia, en tan sólo ocho meses desde que comenzó nuestro mandato.

Podríamos pensar que se trata de una norma que no afecta a la vida diaria de los ciudadanos, pero sólo en parte es verdad. Porque lo cierto es que este nuevo Reglamento va a convertir los Plenos en un verdadero foro de debate político acerca de la ciudad y de la gestión municipal, con mucha mayor intensidad que hasta ahora. Nos encontramos ante un instrumento que no sólo reconoce con generosidad los derechos políticos y económicos de los concejales y grupos de la oposición, permitiéndoles un mejor ejercicio de su acción de control de la gestión del Gobierno, sino que pone a su disposición nuevas iniciativas, tales como las interpelaciones o las solicitudes de comparecencia, y establece un régimen claro y seguro para la presentación de enmiendas a las disposiciones normativas o al Presupuesto anual.

Al mejorar los instrumentos para el control del Gobierno, mejorará también indirectamente la transparencia y la eficacia del Gobierno municipal. El PSOE y Compromís nos han reprochado que no hayamos buscado el consenso en la elaboración de esta norma. Pero lo cierto es que, desde que se inició su elaboración, nos hemos reunido con los grupos de la oposiciónen varias ocasiones, y hemos incorporado numerosas propuestas que nos han trasladado. Ciertamente, no las hemos incorporado todas, entre otras razones porque algunas de ellas eran de muy difícil justificación, como la pretensión de que puedan presentarse en el Pleno del Ayuntamiento de Elche mociones de contenido flagrantemente contrario a la Constitución española. Pero hemos realizado un enorme esfuerzo de generosidad.

Se puede comprobar, y se manifiesta, por ejemplo; en el hecho de que finalmente no hemos incorporado al ROM, por falta del necesario consenso, una medida que nos parecía muy razonable, como la posibilidad de designar para puestos directivos en el Ayuntamiento, al igual sucede en las restantes Administraciones públicas, a personas que no tengan la condición de funcionarios de carrera, pero que hayan desarrollado una relevante actividad profesional en el sector privado. Estoy convencido, en fin, de que el nuevo Reglamento Orgánico Municipal va a significar un avance en la calidad democrática del Ayuntamiento de Elche. Ese es el objetivo que hemos perseguido, y estamos muy satisfechos de haber logrado, una vez más, cumplir de forma ágil con un compromiso que habíamos contraído con los ciudadanos.