El Elche CF está a un nivel de forma muy alto. Su juego dinámico y desordenado en ataque genera muchas dificultades a su rival. El equipo franjiverde ha ganado en precisión en los últimos metros durante las últimas jornadas, fruto también de la confianza que da el conseguir resultados y asentarte en la clasificación.
No sólo han sido los goles, que es lo que más brilla y con lo que se queda el aficionado, además de que es la clave para ganar; también ha sido el caudal de juego ofensivo que ha expuesto en los primeros cuarenta y cinco minutos sobre el césped del Martínez Valero. Ha provocado un penalti, ha generado infinidad de centros y se ha asociado en ataque.
Es un equipo con mucha movilidad de medio campo hacia arriba y, gracias a su gran estado físico, se puede permitir el lujo de ser tan desordenado, para estar ordenado, y alterar las ideas de su rival. El trabajo debe ir enfocado a mantener el ritmo de juego y el nivel de concentración que está reflejando en los últimos partidos.
Queda mucho para que termine la temporada, pero el nivel de confianza que está reflejando sobre el césped el equipo es un aval para pensar en que se puede pelear por conseguir cosas importantes. Las sensaciones son inmejorables y ya son varias las jornadas en las que se dice que tiene cosas muy buenas, más allá de que algunas todavía se puedan mejorar.