Ha empezado una nueva LaLiga Hypermotion para el Elche CF. El equipo franjiverde ha entrado en el último tercio de la competición de una forma muy diferente a la que había afrontado los dos primeros. El conjunto ilicitano ha mudado la pielpara dejar de ser un equipo vulnerable y convertirse en un firme candidato a todo. El mundo del fútbol que siga la categoría de plata española ya ha puesto una etiqueta y cuando eso pasa todo cambia.
Ahora, el equipo de Beccacece se va a enfrentar a una realidad muy diferente a la que hasta el momento ha vivido. Su condición de recién descendido nunca podía darle un rol en la categoría de equipo que deambulara por la temporada sin pena ni gloria. Tampoco habría sido algo extraño. Muchos son los equipos que bajan y se tienen que conformar con sobrevivir de la manera más digna posible, aguantando el temporal deportivo y, en ocasiones, haciendo aguas.
El Elche CF ha sabido construirse a fuego lento. Nada tiene que ver el inicio de temporada con el momento actual, también porque Beccacece ha sabido modificar matices de su idea de fútbol, aunque siempre haya sido fiel a la propuestaen torno a la que le ha dado el nombre que actualmente tiene como entrenador. Ese reciclaje, mutación o adaptación; acompañada por un espíritu de superación, es la verdadera clave del éxito franjiverde y tan importante es asumir que se ha hecho como hacerlo. No resta ningún mérito, todo lo contrario.
El paso al frente del Elche CF va a conllevar jugar contra sus rivales y contra él mismo. No es lo mismo pelear por conseguir algo que pelear por defenderlo. Ya lo decía ‘Pacheta’, que de esto sabe bastante. Los rivales ya no miran igual al equipo franjiverde. El respeto va a complicar cada partido, más de lo que ya de por sí estaba, y la presión subirá proporcionalmente los grados de la complejidad de conseguir los tres puntos. ¿Está capacitado el Elche CF para asumir y asimilar esa presión? No tardaremos en descubrirlo.