De todos es sabido que las competencias en políticas activas de empleo corresponden a la administración autonómica. Pero desde la administración local, siempre se intenta hacer “algo más”.
En el año 2010, quien suscribe, en nombre del grupo municipal socialista, impulsó un PLAN DE EMPLEO LOCAL con la única herramienta que se puede disponer desde la administración local, es decir, incentivando con ayudas económicas a las empresas mediante subvención directa por puesto de trabajo creado. En aquella ocasión eran 4000€ por contrato de al menos 6 meses de duración.
Aquel plan fue criticado y denostado por el grupo municipal del PP, porque en lo peor de la crisis “solo” se crearon algo más de 190 puestos de trabajo.
Pues fíjate, 14 años después, se hacen buenas aquellas formulas e intenciones de mano del gobierno local de coalición PP-VOX. Y la formula sigue siendo la misma; subvención directa por contrato formalizado.
Afortunadamente, con la actual legislación laboral, los contratos serán de más calidad y estabilidad.
Como decía antes, es muy difícil intervenir en el mercado laboral desde el ámbito local. Pero creo que en el caso de Elche, merece la pena darle una vuelta más al asunto. Y sobre todo en en el sector calzado.
Un sector marcado en las últimas décadas por la precariedad en el empleo, y por qué no decirlo, por la economía sumergida. No solo es economía sumergida el trabajar sin dar de alta en Seguridad Social. También lo es declarar en nómina el salario convenio, aunque se gane el doble con los destajos o incentivos. Por no hablar de tener a los/as trabajadores/as dados de alta 20 horas y trabajando 50. Del aparado a domicilio (que todavía existe), mejor ni hablamos.
De aquellos polvos quedan los lodos de las pensiones de jubilación insuficientes en la inmensa mayoría de quienes dedicaron sus vidas a calzarnos.
¿Qué está ocurriendo ahora con nuestros jóvenes? Que no le encuentran ningún atractivo a fijarse en el sector calzado como medio de vida. Lo que es peor, preveo que a corto/medio plazo no habrá trabajadores mínimamente preparados para los puestos de trabajo manual del calzado. ¿Quién está formando cortadores, montadores, lijadores, etcétera??
O entre empresarios, sindicatos y Ayuntamiento se hace algo más para DIGNIFICAR el ser trabajador de calzado, o nuestros jóvenes solo querrán ser informáticos, cuando no, youtubers o influencers. A fin de cuentas, es el producto que más consumen en redes sociales, que tanto daño están haciendo.
Nuestra industria y trabajadores del calzado merecen un esfuerzo más grande .
Emilio Doménech Brotóns
A la vora de la mar