En la arena política, la hipocresía se ha convertido en moneda corriente, dejando a los ciudadanos cansados y desilusionados. Los partidos políticos, a menudo se convierten en ejemplos flagrantes de doble rasero y contradicción. La semana viene marcada por el pleno extraordinario en el que el PSOE reprochaba al gobierno de Elche la falta de aparcamientos y solicitaba que el nuevo Conservatorio tuviera aparcamiento. Al conocer la noticia, pensé que era una fuga de gas, que me estaba haciendo tener alucinaciones. Pero en mi casa, todo es eléctrico. Estaba leyendo una realidad . Hèctor Díez, afronta su cuarta legislatura como concejal, primera como candidato “oficioso” a la alcaldía. Ha sido durante 8 años, el hombre fuerte en el gobierno local socialista.  El bagaje en ese periodo en materia de aparcamiento, se resumen en una más que deficiente, inexistente política en esta materia. Un aspecto crucial de la hipocresía política, es la falta de coherencia entre lo que reclaman y lo que hacen.

Un ejemplo demoledor, es diseñar un pabellón deportivo inclusivo para 3.000 espectadores sin aparcamiento y con coste de 11,57 millones de euros, en un entorno criminal a la hora de la circulación, donde “no existen” atascos y que será una zona de caos total cuando haya eventos. Con esto, sería impensable que cualquiera hiciera una crítica en esta materia e impensable convocar un pleno extraordinario en materia. Todos comentemos erraros, pero ponérselo en bandeja así al gobierno local, una estrategia de tercera división. Para hacérselo mirar sus asesores.

Con este contexto, me surge una pregunta de respuesta automática. ¿Ustedes, imaginan qué hubiera dicho el PSOE, Salvem el candalix, Compromís y otros tantos; si el PP llega a presentar un proyecto con parking en esa zona?  Pues obvio, hubiera salido de la mano de Salvem a los “gorrillas” y nuevo escándalo urbanístico. La hipocresía política sólo puede ser combatida con un cambio cultural profundo en la ciudadanía que ponga fin a la tolerancia de las dobles moralidades y exija un liderazgo político verdaderamente ético y responsable. Sin importar la camiseta de quien la practique. El futuro de la democracia depende de ello.

La oposición socialista en Elche, lo tiene complicado, con un cambio de candidato y salpicados por la deriva nacional fuera de Cataluña y País Vasco del partido. A lo que hay que añadir que dentro del aumento del gasto de personal que recriminan a Ruz, omiten el sus 8 concejales que cobran sueldo. Es de justicia que la oposición lo pueda cobrar, pero puede ser un caramelo envenenado que lleve a pensar que se vive mejor en la posición.

Elche necesita un partido socialista coherente y centrado, que ha contribuido en gran parte a tener la ciudad que hoy tenemos. Pero no piensen que esto no ocurrió en el otro lado, incluso yo por desconocimiento la practiqué.  Invito a mi amigo Emilio Domench, cuente cuando en el 2011, desechamos un proyecto de Mercado Central del PSOE, para rectificar y darnos cuenta que era el mejor proyecto. Curiosamente el PSOE se opuso a su propio proyecto entonces ya saben como terminó la historia. Tienen un gran adefesio urbano para recordarlo.Por el bien de nuestra ciudad que no se repita la historia. Que la hipocresía nunca tenga amnistía.