Ya dije que este equipo nos iba a dar más de una alegría. Hoy, celebramos la primera alegría de muchas que están por venir. Es gran momento para celebrarlo, para sentir gratitud por el esfuerzo y la dedicación de cada miembro del equipo. Sin embargo, también es un momento para reflexionar, para reconocer que quizás aún no somos plenamente conscientes del alcance de lo que hemos logrado.

En un mundo donde el éxito a menudo se mide en términos de trofeos y reconocimientos inmediatos, es importante recordar la importancia de valorar el trabajo en la sombra, el esfuerzo constante y la dedicación a largo plazo. El verdadero valor de este hito no se entenderá completamente en el presente, sino en un futuro cercano, cuando podamos apreciar plenamente el camino recorrido y el progreso alcanzado.

Detrás de esta victoria inicial, hay un club que ha estado trabajando incansablemente desde las bases, construyendo una sólida estructura y estableciendo una clara línea de juego. Este esfuerzo colectivo, esta visión a largo plazo, son aspectos que merecen ser reconocidos y valorados.

Como alguien que ha sido jugadora, entiendo la importancia y el significado de llegar a jugar una final. Conozco de primera mano el sacrificio, la dedicación y la determinación necesarios para alcanzar ese objetivo. Por eso, puedo afirmar con confianza que esta victoria es solo el comienzo, la primera de muchas más que están por venir.

Mirando hacia el futuro, veo un camino lleno de posibilidades y oportunidades. Creo firmemente que esta final es solo la primera de dos posibles, un paso más en el camino hacia la grandeza. Continuemos avanzando con determinación y confianza, sabiendo que lo mejor está aún por venir.

En última instancia, este logro no solo pertenece al equipo, sino también a todos los que apoyan y respaldan al club. Sigamos demostrando nuestro apoyo incondicional. Juntos, podemos lograr grandes cosas.

Nos vemos el martes. ¡Vamos equipo!