No puedo estar más contenta y satisfecha con el partido que hemos disfrutado hoy en casa, en nuestro Pabellón Esperanza Lag. Todo ha salido a pedir de boca en un gran día de balonmano ilicitano, con un ambiente increíble, llevando en volandas al equipo y dando el apoyo que merecían las jugadoras. Han jugado un auténtico partidazo y se han vuelto a acercar a hacer historia. Ojalá les sirva para coger confianza de cara al histórico partido del domingo, la ida de la final europea contra el MSK IUVENTA Michalovce.

El Pabellón Esperanza Lag se convirtió en un auténtico fortín, donde la afición no dejó de animar ni un solo momento. Este tipo de apoyo es crucial para las jugadoras, quienes sintieron el aliento y el respaldo incondicional desde las gradas. Es impresionante ver cómo una ciudad se une para respaldar a su equipo, creando una atmósfera que no solo inspira a las jugadoras, sino que también intimida al rival.

Las jugadoras respondieron a este ambiente con una actuación magistral, demostrando una vez más por qué están tan cerca de hacer historia. La defensa fue sólida, el ataque fluido y la coordinación impecable. Cada gol era celebrado con euforia, no solo por su importancia en el marcador, sino por lo que representaba: la unión y la fuerza de todo un pueblo detrás de su equipo.

Este partido no solo fue una victoria en el campo, sino también un triunfo de la esperanza y el esfuerzo colectivo. Ahora, con la moral alta y la confianza reforzada, nuestras jugadoras se preparan para el reto más grande: la ida de la final europea contra el MSK IUVENTA Michalovce. Es una oportunidad única para demostrar su valía en el escenario internacional y para acercarse aún más a ese sueño de conquistar el primer título europeo de nuestra historia.

Estoy segura de que el equipo se va a dejar todo en la pista, como siempre, para darnos una alegría y acercar un poco más el sueño de Europa. Hay que creer en este equipo y en que puede hacer historia. Este es el momento de seguir apoyándolas con más fuerza que nunca, de mostrar que el Pabellón Esperanza Lag no solo es su casa, sino el lugar donde los sueños se pueden hacer realidad.