En sus declaraciones posteriores al encuentro, dejó claro que el equipo ilicitano había sido claramente superior a su rival en distintas fases del partido, generando múltiples ocasiones de gol y dominando el juego con autoridad. Sin embargo, a pesar de esa superioridad manifiesta, los franjiverdes no fueron capaces de transformar su dominio en una victoria que habría sido clave en sus aspiraciones.

Sarabia explicó que le resultaba difícil asimilar un resultado como este, ya que considera que el equipo hizo méritos más que suficientes para llevarse los tres puntos. Según sus palabras, no solo habían controlado el ritmo del partido, sino que también habían impuesto su estilo de juego, presionando en campo rival y creando peligro constante en el área del Almería. No obstante, la falta de acierto en los metros finales y ciertos momentos de imprecisión impidieron que el marcador reflejara la diferencia que se vio sobre el césped.

El técnico también quiso resaltar que, si bien este partido no era determinante en la clasificación, sí representaba una oportunidad de oro para afianzar la confianza del equipo y seguir sumando puntos en su lucha por alcanzar los objetivos de la temporada. No haber conseguido el triunfo dejó un sabor amargo en el vestuario, ya que los jugadores eran conscientes de que habían hecho un gran esfuerzo sin la recompensa esperada.

Por otro lado, Sarabia aprovechó la ocasión para agradecer el apoyo incondicional de la afición, que una vez más llenó las gradas del estadio y animó sin descanso durante los 90 minutos. Reconoció que los seguidores del Elche merecían una victoria y lamentó profundamente no haber podido brindársela en esta ocasión. Sin embargo, aseguró que el equipo seguirá trabajando con intensidad para corregir los errores y lograr mejores resultados en los próximos encuentros.

A pesar del resultado, el entrenador se mostró optimista y confiado en el rendimiento del equipo. Subrayó que, si continúan jugando con la misma intensidad y compromiso, los buenos resultados llegarán tarde o temprano. Ahora, el equipo deberá centrarse en su próximo partido, con la determinación de convertir el buen juego en victorias que impulsen su camino en la competición.