OPINIÓN

El camino lleva al destino


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Jerónimo Tormo
28 de febrero de 2024 - 08:47

El fútbol son resultados y a los resultados se llega por las sensaciones. El fútbol y las sensaciones están dando la razón a Sebastián Beccacece cuando el argentino insiste en que el Elche CF está en el camino para poder pelear por conseguir el objetivo de la temporada. Nada cambió en Cartagonova, respecto a lo visto hace una semana en el Martínez Valero; sólo el acierto de cara a portería. Un gol que, muchas veces por no decir todas, marca la diferencia entre el éxito y el fracaso, y construye la ley del resultadismo.

La reacción de Beccacece ante las adversidades merece un aplauso. Todos nos equivocarnos, pero no todos reconsideramos. Su evolución atiende a un entrenador que ha sabido adaptarse a la exigencia del fútbol de LaLiga Hypermotion. No importa que haya sido motu proprio o por consejo de quién le tutela en la sombra, lo que importa es que lo ha hecho. Los detalles de su fútbol han cambiado, pero la base se sigue manteniendo. Se puede ser protagonista con el balón en una categoría tan áspera como la de plata del fútbol español, pero hay conceptos que se deben reconsiderar.

Valoro a la gente que se aferra a su ideario con toda la resiliencia del mundo, pero que se permite el placer de reciclarseporque hacerlo no es dar un paso atrás, sino que es coger impulso. No todos están capacitados. Algunos mueren con suidea, sin remodelarla porque están por encima de ella; otros son conscientes de que hay un límite que separa la cabezonería de la insistencia. Y así Beccacece ha llevado al Elche CF al lugar en el que está. Podría ser mejor, pero también podría ser peor; y lo que importa no es cómo se empieza, sino cómo se acaba.

El camino lleva al destino, pero el camino puede tener atajos o callejones sin salida. Beccacece no sabe hasta dónde llegarásu Elche CF esta temporada, pero si sabe cómo lo hará. Ascenso directo, playoff o ninguno de ellos. Tres vías con un denominador común que desemboca en el fútbol que el argentino tiene en su cabeza y trata de llevar de la pizarra al campo. Hay que ser valiente para insistir en una idea cuando todo depende del centímetro que marca la diferencia entre el gol o el fallo, el éxito o el fracaso.