En el Elche saben bien lo que tienen entre manos. Nicolás Fernández Mercau no es solo un nombre más en la plantilla del Elche CF: ha sido uno de los hombres del año, un zurdo con clase, pegada y desequilibrio que ha firmado una temporada brillante y ha ayudado a que el equipo vuelva, con paso firme, a Primera División. Y claro, cuando un jugador destaca, las miradas llegan. Esta vez, de nuevo, desde Buenos Aires.
River Plate ya ha iniciado los primeros contactos para intentar ficharlo. El club argentino, tras confirmar la millonaria salida de Claudio Echeverri Mastantuono, busca reforzar la medular y Gallardo ha vuelto a fijarse en Mercau, un perfil que encaja a la perfección en su esquema. Pero en el Martínez Valero la respuesta es clara: solo se irá si pagan lo que vale. Y vale, según los franjiverdes, ocho millones de euros. Nada de rebajas, y menos aún de cesiones.
El caso de Fernández Mercau no es nuevo en los despachos. Elche ya rechazó en el pasado mercado de invierno una oferta cercana a los diez millones por él. Bragarnik, propietario del club, reconoció entonces que había llegado a un compromiso con el jugador para facilitar su salida si el ascenso no se lograba. Pero ahora que el objetivo se ha cumplido, todo cambia. El club está saneado, no tiene urgencias económicas y quiere mantener a sus pilares para afrontar el regreso a la élite con garantías.
Desde River saben que no será una operación sencilla. Transfermarkt tasa al jugador en 2,5 millones, pero eso no se ajusta ni de lejos al mercado real. Fernández Mercau, con contrato hasta 2027, es hoy una pieza estratégica. Ha jugado más de 30 partidos este curso, ha marcado siete goles, ha repartido diez asistencias y ha sido uno de los futbolistas más constantes y desequilibrantes del equipo. Ya sea como interior por izquierda, su posición natural, o como lateral ofensivo, ha demostrado una capacidad de adaptación que le convierte en un todoterreno moderno.
En Argentina lo ven como el heredero natural del volante zurdo que tanto ha utilizado Gallardo en sus esquemas. Pero aunque en el Monumental estén convencidos de que es el momento de ir a por él, en Elche no tienen ninguna prisa. Más bien al contrario: quieren disfrutar de su talento al menos una temporada más en Primera. El ascenso no solo ha devuelto la ilusión a la ciudad, también ha subido el listón de exigencia.
Además, la operación no sería solo un asunto deportivo. Detrás de Mercau hay un jugador con proyección internacional, con pasado en la albiceleste sub-23 y con un perfil que encaja en muchos mercados. El Elche lo sabe y lo protege. Si River quiere a su nueva estrella, tendrá que negociar en serio.
Mientras tanto, la afición ilicitana cruza los dedos. Saben que los buenos jugadores vuelan rápido, pero también confían en que esta vez, con el equipo de vuelta en Primera y un proyecto deportivo consolidado, Nico decida quedarse. Al menos una temporada más. Y si llega el día en que tenga que irse, que sea por la puerta grande. Y dejando en la caja lo que realmente vale.
Porque en el Elche lo tienen claro: talento sí, pero a saldo, nunca.