El conjunto ilicitano recibe al equipo granota en un derbi autonómico que, más allá del componente emocional, enfrenta al primer y segundo clasificado de LaLiga Hypermotion en una batalla directa por el ascenso. El líder, con 71 puntos, afronta el choque con una ventaja de cuatro sobre el cuadro levantinista, que sabe que una victoria podría cambiarlo todo en la recta final del campeonato.

Ambos equipos llegan a la cita con objetivos claros y la necesidad de sumar para no ceder terreno en una de las ediciones más igualadas de los últimos años. Para el Elche, el encuentro representa la oportunidad de consolidar su liderato y dar un golpe casi definitivo en la lucha por el ascenso directo. Para el Levante, en cambio, el reto es revertir una dinámica titubeante y recortar distancias con el único equipo que, hasta ahora, ha mostrado una consistencia sin fisuras.

Elche, invencible en casa y con la mirada puesta en Primera

El Elche CF afronta el choque como el equipo más en forma del campeonato. Los franjiverdes encadenan once jornadas sin conocer la derrota en su estadio, con un balance espectacular de diez victorias y un empate. Un auténtico fortín, el Martínez Valero, donde solo han caído dos veces en lo que va de temporada. La solidez como local ha sido uno de los pilares del proyecto liderado por Eder Sarabia, que ha conseguido dotar al equipo de una identidad reconocible y ganadora.

El conjunto ilicitano ha hecho de la regularidad su seña de identidad. A falta de cuatro jornadas para el final del campeonato, el ascenso está más cerca que nunca. Sumar los tres puntos ante su principal perseguidor supondría dar un paso casi decisivo hacia el retorno a LaLiga EA Sports. Incluso un empate mantendría a raya a un Levante que, pese a su calidad, llega con más dudas que certezas.

Sarabia contará con el regreso de Álvaro Núñez, que vuelve a la convocatoria tras cumplir sanción, pero no podrá disponer de Bambo Diaby ni del joven Yago de Santiago, ambos lesionados. Además, deberá estar pendiente de los jugadores apercibidos de sanción: el propio Núñez, Salinas y Nico Castro, que se perderían el siguiente compromiso si ven una amarilla.

El Levante, entre la necesidad y la presión

El Levante UD llega a este derbi tras dos jornadas sin ganar, con una derrota frente al Real Oviedo y un empate amargo contra el Tenerife. Pese a ello, se mantiene en la segunda plaza con 67 puntos y con la esperanza intacta de regresar a Primera División. El equipo dirigido por Julián Calero ha demostrado durante la temporada que tiene argumentos para competir por todo, aunque sus últimos tropiezos han sembrado dudas justo en el momento más delicado.

La plantilla granota sabe que está ante una de sus últimas oportunidades de recortar la diferencia con el líder. Ganar en un estadio como el Martínez Valero sería un golpe de efecto no solo en la tabla, sino también en lo anímico. Pero para lograrlo, el Levante deberá reencontrarse con su mejor versión, esa que le permitió mantenerse en la parte alta durante todo el curso.

Calero afronta el partido con dos ausencias destacadas: Iván Romero, baja por lesión, y Jorge Cabello, sancionado. La buena noticia es la recuperación de dos piezas clave: el central Álex Muñoz “Dela” y el mediocentro Oriol Rey, que volverán al once para apuntalar una estructura que necesita recuperar su solidez.

El Martínez Valero se convierte en una caldera

Si hay algo que puede marcar la diferencia en este partido es el ambiente. El estadio ilicitano vivirá su mejor entrada de la temporada, con más de 30.000 espectadores esperados en las gradas. La ciudad entera se ha volcado con el equipo, consciente de que está ante una oportunidad única de volver a saborear el fútbol de élite. Las entradas se agotaron con varios días de antelación y el club ha preparado un mosaico espectacular que envolverá el estadio de color y pasión.

La Federación de Peñas y la Grada de Animación 1923 llevan toda la semana trabajando para crear una atmósfera especial, digna de una final. Banderas, cánticos, tifo y recibimiento al autobús serán parte del espectáculo en un Martínez Valero que promete rugir desde antes del pitido inicial.

Más que un derbi, una final anticipada

El Elche-Levante de este sábado es mucho más que un derbi autonómico. Es un duelo directo entre los dos máximos aspirantes al ascenso. Un enfrentamiento de estilos, de trayectorias y de ilusiones que puede marcar el destino de ambos clubes. La presión será máxima, pero también la ambición. Quien salga vencedor saldrá reforzado no solo en la tabla, sino también en el aspecto psicológico.

El líder quiere dejar claro que el ascenso será suyo. El perseguidor busca dinamitar la Liga. Y mientras tanto, todo el fútbol español estará pendiente del Martínez Valero.