Las historias de Elche CF y SD Éibar nunca volverán a ser lo mismo desde que un 5 de junio de 2015 la Liga de Fútbol Profesional decidió cruzar sus caminos, nunca sabremos por qué, para dejarlas marcadas. El club franjiverde sufría la implacable mano dura de Javier Tebas, con un descenso administrativo que todavía avergüenza al mundo del fútbol español. El Elche CF era castigado, y con él toda su afición, por la mala praxis con la que uno de los peores equipos gestores de la centenaria historia de la entidad ilicitana se desenvolvía en tiempos de “champán francés y buen jamón”. El equipo entrenado por Fran Escribá conseguía una heroica permanencia en Primera División, a pesar de haber acumulado siete meses sin cobrar sus salarios, pero la patronal de clubes, lejos de proteger al franjiverde, lo echaba a los leones en lugar de aplicar el peso de la ley sobre los representantes de una empresa que acumulaba de manera reiterada impagos a la Agencia Tributaria.
La historia tendrá muchos matices y preguntas sin respuesta, pero todo acabó desembocando en un descenso administrativo que tuvo un perjudicado, el Elche CF, y un beneficiado, el SD Éibar. El club armero se encontraba por el camino un ascenso en despachos, mientras la puerta giratoria de la trastienda de LaLiga se abría de par en par para dar salida al club franjiverde rumbo al destierro de Segunda División. Los minutos de radio y televisión, y las páginas de periódicos a nivel nacional, se encargaron de emborronar un vínculo que nunca antes había existido, pero que empezaba a forjarse con la repulsa entre aficionados, cuando el responsable de haber tomado una decisión tan tirana como parcial se dedicaba a utilizar los medios de comunicación a su antojo para seguir sembrando el odio en el verde.
Descenso a Segunda División B
El Elche CF, decimotercero, se iba a Segunda División por la puerta de atrás, sacando seis puntos cargados de trabajo, esfuerzo, lucha constancia, resiliencia y sacrificio; a un SD Éibar, decimoctavo, que se quedaba en Primera División. Empezaba a escribirse las historias de dos clubes que fraguaron en la injusticia una propia y conjunta. El equipo franjiverde tuvo que sufrir, más todavía, cuando una temporada después de su descenso, llegó la bajada a los infiernos de Segunda División B. El equipo armero se revitalizaba cuajando, en su bonus track de temporada, un decimocuarto puesto en la máxima categoría del fútbol español y un décimo en la campaña siguiente en donde el barro llegaba por las rodillas a los hombres, primero de Vicente Mir, después ‘Josico’ y finalmente, ‘Pacheta’. La llegada del burgalés significó un punto de inflexión para empezar a olvidar una historia negra. La categoría de plata regalaba de nuevo fútbol profesional al Martínez Valero, mientras el SD Éibar seguía a lo suyo en la élite.
Todo, hasta llegar al curso 2019/2020. El único que, por justicia poética, debía devolver al Elche CF a Primera División. Sólo un ascenso rocambolesco puede hacer recuperar tu puesto en la élite tras un descenso rocambolesco. Una pandemia, una clasificación para el playoff en el último suspiro, un partido a mil kilómetros de distancia en el aire, una reanudación escrita por Alfred Hitchcock y un playoff de ensueño con un desenlace que sólo el dios del fútbol puede imaginar en el único día de su vida en el que decide vestirse con una camiseta blanca pintada con una franja verde en el pecho. El Elche CF vuelve a Primera División cinco temporadas después de su destierro y lo primero que se le ocurre hacer es ganar en Ipurúa en su primer partido a domicilio. Es el reencuentro con la historia. El llegar y decir aquí estoy yo, donde me merecía y de donde nunca debí marcharme. De nuevo, justicia poética. Y aún quedaba un poco más.
Escribá cierra el círculo
Partido de segunda vuelta. Fran Escribá ha regresado al Martínez Valero. El debut del valenciano, en su segunda etapa, tiene el mejor rival; el SD Éibar. La victoria se celebra por todo lo alto. El Elche CF se regala y regala el triunfo a su afición y, de paso, asesta un golpe a un rival directo en la lucha por la permanencia. El equipo franjiverde camina hacia una salvación que parecía inalcanzable, semanas antes, y lo hace con un ingrediente extra, voltea la clasificación con el equipo armero. El curso termina. Escribá ha salvado al Elche CF en su segunda etapa en el Martínez Valero. El entrenador valenciano se ha quitado la espina de un descenso administrativo con una permanencia deportiva, otra más, y por el camino queda un colista de Primera División, el SD Éibar. Esta vez no habrá Javier Tebas ni José Sepulcre que den una reválida al club armero. Desde entonces, y hasta la presente temporada, los caminos de ambos equipos no han vuelto a cruzarse en el Martínez Valero. Lo hizo en la ida, en Ipurúa, pero no en territorio franjiverde. El domingo, la historia seguirá escribiéndose.