Carlos Alberto Araújo Prestes, conocido en el mundo del fútbol como Tato, fue presentado por el Elche como “5 veces mejor que Madjer” en su regreso a Primera División en la temporada 1988-89. Madjer, delantero estrella del Oporto en los años ochenta, ganó la Champions League con un famoso gol de tacón y es considerado el mejor futbolista argelino de todos los tiempos. El Elche, una vez más, fue víctima de un engaño.
Tato, quien brilló como extremo izquierdo del Fluminense entre 1983 y 1988, comenzó su carrera en el Internacional junto a Dunga. Nació el 17 de marzo de 1961 en Curitiba (barrio de Ahú), donde reside actualmente. También jugó en Vasco de Gama aunque como suplente.
En el Fluminense, Tato se destacó por su habilidad, su dribbling y llegar a la línea de fondo para centrar. Sin embargo, no era delantero sino extremo. Mentira inicial.
En Laranjeiras, anotó 18 goles en 242 partidos y fue clave en el tricampeonato carioca de 1983/84/85 y en la conquista del Campeonato Brasileño de 1984. También ganó el Torneo de Seúl (1984), el Torneo de París y la Copa Kirin (1987).
A pesar de su éxito a nivel de clubes, su carrera internacional no despegó como se esperaba. Solo fue convocado en tres ocasiones con la selección brasileña: dos bajo Edu Coimbra, hermano de Zico, y una bajo Telê Santana. En esas apariciones, Brasil logró dos victorias (contra Uruguay y Chile) y sufrió una derrota (ante Inglaterra). Según el libro “Seleção Brasileira 90 anos” de Roberto Assaf y Antonio Carlos Napoleão, Tato no marcó goles con la selección.
Tato fichó por el Elche CF a los 27 años, recién ascendido a Primera División, con un contrato de dos temporadas y un traspaso de 40 millones de pesetas. Mucho dinero para la época.
La adaptación al fútbol español fue complicada debido a su baja forma física y una lesión. Su rendimiento fue muy bajo, debutando a finales de septiembre, no logrando aprovechar las pocas oportunidades, ni Mesones ni Kubala.
Tato, pronto se convirtió en objeto de burla entre la afición y la prensa ilicitana, con rumores de que estaba retirado y jugando al fútbol indoor en Estados Unidos. Aunque desmintió estos rumores, afirmando que no había jugado al fútbol sala y que nunca había estado en Estados Unidos. A pesar de la etiqueta de “jugador retirado” que se le colgó, por decepciónate rendimiento, no fue ni justa ni merecida.
Tato solo fue titular en un partido de los cuatro que disputó en Primera División: contra Osasuna, jugando solo la primera parte y empatando 1-1. El Elche descendió esa temporada a Segunda División con solo 15 puntos, acompañado por el Betis, Español y Murcia.
A pesar de su fracaso en Elche, la trayectoria de Tato en el fútbol brasileño, especialmente en el Fluminense, no fue nada mediocre y sigue siendo muy querido por los aficionados. A su retirada, trabajó como asistente técnico de Gilson Kleina en el Ipatinga (MG) y como director de una escuela de fútbol. Aunque no fue 5 veces mejor que nadie, quizás no fue tan mal futbolista como muchos recuerdan.