FICHAJES MADE IN ELCHE

Francisco Ballester, una historia con final de drama


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Andrés López Martínez
10 de agosto de 2024 - 06:17

Francisco Ballester Enguix, fue un exfutbolista valenciano, fallecido en Madrid el 6 de febrero de 1978 a la edad de 31 años. Ballester nació el 16 de septiembre de 1946 en Xàtiva y comenzó su carrera en las categorías inferiores del Olímpico de Xàtiva. Ascendió al equipo de Tercera División en la temporada 1964/65 y, tras destacarse como lateral diestro, fue fichado por el Elche C.F. para jugar en el Ilicitano durante dos temporadas, debutando en Primera División el 5 de febrero de 1967 contra el F.C. Barcelona.

La temporada 1967/68 fue clave para Ballester, quien se consolidó en el primer equipo del Elche en la máxima categoría. En la temporada 1968/69, jugó 30 partidos y llegó a la final de la Copa del Generalísimo, donde el Elche perdió ante el Athletic Club de Bilbao. Diez días después, Ballester debutó con la selección española en un partido de clasificación para el Mundial de 1970 en México.

En una entrevista con el diario Mundo Deportivo, Ballester expresó su sorpresa por su fichaje por el Real Madrid. “No sabía nada esta mañana de mi fichaje,” comentó Ballester tras su aparición en el Hotel Colón, acompañado de Antonio Calderón, gerente del Real Madrid. Ballester relató cómo el cambio se produjo de manera inesperada mientras entrenaba con el Elche, donde solo se hablaba del traspaso de Asensi al Barcelona. “Me avisaron de que el presidente me llamaba desde Alicante, y me fui allí sin imaginar lo que estaba ocurriendo.”

Sobre el nuevo contrato, Ballester dijo que era un “sueño” y expresó su ilusión por formar parte del Madrid. “Creo que la ilusión de todo jugador que empieza es pertenecer al Madrid,” afirmó. Aunque mostró su disposición a jugar cuando se le indicara, no se consideraba ya titular, reconociendo la competencia de jugadores como Calpe, Babiloni y Sanchis. Su contrato con el Madrid fue de tres temporadas. Ballester también comentó que no sabía nada sobre el costo de su fichaje, estimado en cinco millones de pesetas, y que ni sus padres ni su novia estaban al tanto de la transacción.

Ballester también tuvo la oportunidad de representar a la Selección Sub-23, debutando el 18 de junio de 1969 contra Yugoslavia en la III Copa de Europa. Posteriormente, jugó dos encuentros más contra Italia, en Sabadell y Génova. Su carrera en el Real Madrid, sin embargo, fue breve y llena de dificultades. Sufrió una rotura de menisco en un partido de Copa en Las Palmas y, tras operaciones y tratamientos, fue traspasado al Onteniente en 1974.

En el Onteniente, Ballester encontró un nuevo rol como central o medio defensivo, lo que le permitió aprovechar su inteligencia y conocimiento del juego sin las exigencias físicas del lateral. Su regreso a Xàtiva fue recibido con ilusión y pena: ilusión por recuperar a un jugador talentoso y pena por la lesión que había precipitado su retorno. Le entrenó Ramón Miralles, exfutbolista de Primera División con Córdoba, Espanyol y Granada. A pesar de jugar en un nivel más bajo, Ballester volvió a disfrutar del fútbol, se casó, invirtió lo ganado en el Madrid en propiedades y tuvo una hija.

Lamentablemente, su felicidad se vio truncada cuando comenzó a experimentar molestias en el bajo vientre, que relacionó con un golpe recibido en el Onteniente. Tras consultar al médico, se le diagnosticó un seminoma. La temporada 1974/75 resultó ser su última como futbolista.

Ballester, un hombre bueno y de gran talento, se enfrentó a las adversidades tanto en su carrera profesional como en su vida personal. Su historia es un reflejo de las sorpresas y dificultades que pueden acompañar a los deportistas en su camino.