El Elche CF sigue armando su proyecto con determinación. La última pieza en sumarse al cuerpo técnico que lidera Eder Sarabia es Jon Pascua Ibarrola, un nombre que quizá no levante titulares por sí solo, pero cuya trayectoria habla más alto que cualquier cartel. Vizcaíno de Bermeo, apasionado del fútbol y maestro del detalle, Pascua se incorpora como entrenador de porteros, aunque su impacto va mucho más allá del área técnica.
Con una vida construida desde el esfuerzo y los valores familiares, Jon dejó atrás su carrera como portero a los 29 años por lesiones, pero encontró en los banquillos su verdadera vocación. Desde entonces, ha vivido el fútbol como pocos: ha formado porteros en el Athletic Club, entrenado en Sudáfrica con Mamelodi Sundowns, trabajado en la selección de Filipinas, y formado parte del cuerpo técnico de Real Betis, FC Barcelona y, más recientemente, Olympique de Marsella.
A sus espaldas lleva experiencia en tres continentes, cinco culturas futbolísticas y más de dos décadas de formación técnica, siempre bajo una idea clara: el fútbol como herramienta de transformación. “Mi destino siempre fue ser entrenador”, ha afirmado más de una vez. Y no lo dice desde la arrogancia, sino desde la conciencia de un camino construido paso a paso, sin atajos, desde las categorías más humildes hasta la élite europea.
Ahora, en Elche, se reencuentra con Eder Sarabia, con quien comparte visión, ética y método. Su llegada refuerza un proyecto que quiere mirar hacia arriba con los pies bien puestos en el suelo. Pasión, trabajo, conocimiento y humanidad: eso es lo que suma Jon Pascua al cuerpo técnico franjiverde.
Y aunque no sea el rostro más mediático del banquillo, los que lo conocen lo tienen claro: cuando Pascua entra en un vestuario, el listón sube.