El Elche CF está teniendo una temporada marcada por una evidente dualidad en su rendimiento cuando juega en casa y a domicilio. El conjunto franjiverde se muestra como un equipo fiable, competitivo, dominador y difícil de superar cuando juega en el estadio Martínez Valero, donde ha logrado puntuar en todos los encuentros disputados hasta el momento. Lejos de ese entorno favorable, sin embargo, la situación cambia por completo.
En su feudo, el equipo de Eder Sarabia ha construido una fortaleza basada en la solidez defensiva, el control de los tiempos del partido y el empuje constante de una afición que ha respondido con notable asistencia durante toda la campaña. Ese ambiente favorable se traduce en seguridad, ritmo y confianza, factores que permiten al Elche ofrecer su mejor versión como local y sumar una cantidad de puntos que está sosteniendo al equipo en la zona media de la tabla. Además, los de Eder Sarabia son el sexto mejor equipo de la categoría en casa con 13 puntos de 21 posibles.
El Elche todavía no conoce la victoria a domicilio y sufre una transformación que afecta tanto al juego como a los resultados. El equipo dirigido por Eder Sarabia disminuye considerablemente el nivel y deja de ser ese equipo dominador y fiable que es en el Martínez Valero.
Los números lejos del feudo franjiverde son alarmantes, ya que es hasta el momento el segundo peor visitante de la categoría con 3 puntos, solamente Osasuna ha logrado menos puntos a domicilio. Esta combinación de factores ha provocado que los franjiverdes sumen únicamente empates y derrotas lejos del Martínez Valero, una dinámica que ha frenado la buena dinámica del inicio de temporada.
Esa “doble cara” condiciona profundamente el desarrollo de la temporada. Mientras la versión del Elche como local es la de un equipo sólido y fiable, su rendimiento visitante sigue siendo la asignatura pendiente que marcará el rumbo definitivo de la temporada.





Iván Hurtado






