Una derrota no deja aspectos positivos, más aún en el fútbol de alto nivel, pero el Elche CF no debe volver de Lezama pensando que, tras haber perdido tras cinco jornadas consecutivas sumando, todo es de color negro. El equipo franjiverde debe hacer borrón y cuenta nueva, reciclar lo negativo y potenciar lo positivo visto ante la SD Amorebieta. El equipo franjiverde ha sido muy superior a su rival durante toda la primera parte de un partido muy disputado.

El problema llega cuando aparece sobre el terreno de juego el talón de Aquiles ilicitano que se lleva arrastrando durante la temporada; la falta de gol. El conjunto franjiverde no acaba de generar ocasiones claras en las zonas calientes del terreno de juego y eso se paga en un torneo tan competitivo como LaLiga Hypermotion. El equipo de Sebastián Beccacece domina con la posesión de la pelota, pero no convierte ese control del juego en goles con las que ganar partidos.

Si la situación te acaba generando frustración y desconfianza, y el rival lo detecta, te puede costar caro porque le das opciones para poder aferrarse al partido. El Elche ha entrado en estado de prisas cuando ha encajado el gol y el escenario ha cambiado. Los locales se han sentido más cómodos y los visitantes han entrado en la precipitación que lleva a la equivocación. Los errores puntuales se acentúan y haces lo que no acostumbras a hacer.

Sin embargo, también debe quedar la parte positiva del partido. El Elche CF ha trazado desde hace varias jornadas una línea que debe seguir, más allá de los resultados, aprender de los errores y saber que no hay rival fácil. No debe aparecer el nerviosismo por una derrota, porque a la larga, jugando de esta manera, y mejorando de cara a portería, el rendimiento aumentará y se conseguirán más victorias que derrotas para seguir pensando en clave ascenso.