El Elche CF no tiene jugadores imprescindibles. Titulares y suplentes han interiorizado lo que quiere transmitir Beccacece en todas las fases del juego, tanto en defensa como en ataque. Cartagena lo demostró. Un partido muy complicado ante un rival que llegaba haciendo muy buenos números y, a pesar de que tres jugadores habituales no estuvieron sobre el césped; Carreira, Clerc y Febas; sus sustitutos estuvieron a un nivel muy alto.

Que un jugador no pueda estar disponible para afrontar un partido, no debe preocupar, más allá de la incidencia que pueda tener en el juego franjiverde. Si Mario Gaspar está disponible para jugar frente al AD Alcorcón, mucho mejor; si no lo puede hacer, seguro que quien le sustituya dará la cara. Beccacece ha formado una familia en la que el apoyo es el denominador común y en donde cada futbolista cubre las espaldas al que no está, cuando le toca.

La confianza entre los futbolistas, saber que cuando uno falle su compañero estará para ayudarle; es la mejor clave para poder afrontar un partido. Ganar es la mejor herramienta para seguir reforzando el buen ambiente que existe dentro del vestuario y que ha hecho de este grupo un equipo en mayúsculas. Que los imprescindibles sepan que tienen el aliento del compañero en la nuca, pero también la mano para aferrarse, dice mucho.

Beccacece ha conseguido tachar de su lista un aspecto que no es deportivo, pero refuerza lo deportivo. La unión hace la fuerza y este Elche CF es muy fuerte gracias al compromiso de todos sus futbolistas. Un vestuario unido puede con todo, a las duras y a las maduras. No siempre el viento sopla a favor, pero cuando lo hace, hay que saber aprovecharlo. Todos suman en la misma dirección y ese es el primer paso del camino que Beccacece quiere recorrer.