Óscar Plano trabaja sin prisa, pero sin pausa. El madrileño va cubriendo día a día, semana a semana y mes a mes las etapas de su recuperación. Todavía tiene por delante mucho trabajo, esfuerzo y constancia; pero empezar a ver como la luz atisba en el fondo, allá a lo lejos en el horizonte, es una motivación que nadie puede quitarle al siete franjiverde. La lesión sufrida a mediados de diciembre, duele más por el tiempo perdido que por lo que significó en caliente aquella fractura-luxación en el tobillo izquierdo. Afortunadamente, no hay mal que cien años dure y el tiempo todo lo cura. Óscar Plano ha vuelto hoy a sentir el olor a césped. Han pasado dos meses desde que pasara por quirófano, pero parece que haya transcurrido toda una vida. Son los primeros ejercicios en el Díez Iborra y aún queda un largo camino por recorrer, pero lo importante, ahora, no es el cuándo sino el cómo.

El madrileño ha tenido que asumir un rol que de cara al aficionado no se ve, pero que es tan importante como marcar goles que dan victorias. El futbolista franjiverde se ha convertido en un símbolo del vestuario del Elche CF. La superación en persona, el saber que quien quiere, puede. Que cualquier tropiezo que acaba en caída es el principio para volver a levantarse. Óscar Plano es pegamento para el grupo, y eso, para Beccacece es tan importante como tenerle sobre el terreno de juego. Como todo lesionado, el trabajo de readaptación sobre el verde ya compensa muchas horas de sufrimiento en gimnasio. El balón, con los compañeros, todavía debe esperar, pero la ilusión por el volver a debutar con la camiseta franjiverde es el mejor depósito de gasolina con el que cuenta el jugador madrileño. Óscar Plano ya ha dado el primero de los muchos pasos que tiene por delante. Un día menos para volver.