El Elche de ayer estuvo mejor en la primera parte que en la segunda. En el primer tiempo, fue claramente dominador del juego y del campo. La posesión y el juego en campo rival fueron absolutos y el Real Oviedo jugó en función a lo que proponía el Elche. Nunca un equipo con tan poco ha sacado tanto rendimiento. Una aproximación y un disparo le sirvieron para irse 0-1 al descanso.

Esperaba mucho más del Elche en la segunda mitad. Faltaron muchas cosas: precisión, movilidad, ritmo más alto de balón, determinación, ambición, emoción… Para la cantidad de tiempo que tiene el balón. Ayer fueron poco productivos y apenas generaron ocasiones de gol. Cuando no se encuentran los espacios o no te los dan, es muy importante que tú te los inventes o procures generarlos. Lo bueno de todo esto, es que aún queda mucho y recordad: ¡esto es solo fútbol!