Nueva semana, nueva final para el Elche. A los ilicitanos les quedan seis partidos y dieciocho puntos por disputar. El primero, este fin de semana contra el Espanyol, que Nico Castro predecía como «un partido lindo al que vamos a ir con nuestra idea y con lo que trabajamos durante la semana para conseguir los tres puntos, que es lo que queremos». El mediocentro argentino se mostraba confiado ante este tramo final, especialmente después de ganar contra el Sporting en lo que definía como tres puntos muy importantes para retomar la confianza en lo que se venía haciendo desde antes del partido contra el Levante.

Esta victoria ha calado para bien en el vestuario, apuntando Nico que incluso les vino bien pasar por momentos de sufrimiento en la recta final del partido para aprender que también hay momentos en los que hay que sufrir, a la par que el resultado final levantó mucho la moral del equipo. Ahora viene un rival difícil, de mucha pegada y que salvo en una jornada (la primera) no ha estado fuera de los seis primeros puestos: «Va a ser un buen partido. Vamos pensando en sacar los tres puntos, como siempre. Tenemos que hacer lo que veníamos haciendo desde antes del Levante. Allí perdimos por errores propios y tratamos de corregir esos fallos. El sábado puede pasar cualquier cosa, pero quedan seis finales y vamos a ir a por todo.»

Proceso desde que llegó y estado de ánimo del vestuario

Nico llegó en pleno agosto al Elche como uno de los fichajes más prometedores para esta temporada. Tal ha sido su rendimiento desde entonces, que el club franjiverde lo ha acabado comprando por 3 millones, algo menos de la opción de compra acordada en un principio con el Genk belga. En la comparecencia, el argentino hablaba de su proceso de adaptación, también a una posición más retrasada, y de cómo está ahora: «Desde que llegué me tuve que ir encontrando, y ahora estoy en un buen momento. Me estoy adaptando a una nueva posición, de 5 o doble 5, pero me gusta y creo que aún puedo dar mucho más.»

También hablaba sobre lo que le suponía al vestuario recuperar a Óscar a la vez que se perdía a Borja Garcés en lo que apunta a una lesión duradera, mostrándose contento por la recuperación del primero apelando a que necesitan a un jugador como él. Sobre el segundo, mencionaba que el vestuario lo sufre, porque «es un buen jugador y anima y entrena mucho» y afirma que será una baja importante. A la par, ha apuntado que el vestuario es una familia, que lo demuestra dentro y fuera y que agradece el apoyo de la gente, mandando también el mensaje de que se lo dejarán todo en contra el Espanyol y los partidos que siguen.