En la temporada 1998-1999, el Elche CF, recién descendido a Segunda B, buscaba recuperar su estatus en el fútbol español bajo la dirección del entrenador Tolo Plaza. Desde el inicio, el equipo mostró un rendimiento prometedor, manteniéndose en los primeros puestos de la tabla. Sin embargo, a medida que avanzaba la temporada, se hizo evidente que el equipo necesitaba refuerzos para asegurar el ascenso. Con el mister gravemente enfermo toda la temporada con un cáncer que lamentablemente nos dejaría un año después sin él.

Ricardo Alves, entonces segundo entrenador y director deportivo, viajó a Argentina en busca de un jugador que pudiera marcar la diferencia. Su elección fue Ariel Sirvio Rudman, un mediapunta conocido por su paso por varios clubes internacionales. No obstante, el fichaje resultó ser un fracaso. Las apariciones, 3 como suplente, de Rudman en el Elche fueron decepcionantes y su rendimiento en el campo dejó mucho que desear. En una ocasión particularmente recordada, Rudman tuvo una clara oportunidad de gol pero su falta de forma física y fortaleza al golpear al balón se desplomara como si no hubiera jugado nunca al fútbol.

A pesar de su desastroso paso por el club, el Elche logró el ascenso a Segunda División al final de la temporada, y el desastroso fichaje de Rudman pasó a un segundo plano ante el éxito colectivo. Su breve y problemático tiempo en el Elche ha quedado registrado como uno de los fichajes más desafortunados en la historia reciente del club.

El caso de Rudman es un ejemplo claro de cómo, a pesar de contar con un buen representante y recorrer el mundo en busca de nuevas oportunidades y dinero, el terreno de juego no engaña.

Silvio Gabriel Rudman,formado en las inferiores de Argentinos Juniors, tuvo una carrera futbolística llena de movimientos por diferentes continentes y clubes. Desde su debut en 1987 con el “Bicho”, donde jugó 71 partidos y anotó 20 goles, hasta su último club, el Inter Riviera Maya de México en 2004, su trayectoria fue la de un nómada.

Tras su paso por Argentinos Juniors, Rudman tuvo una breve estancia en Independiente antes de comenzar su periplo por el extranjero. En Japón, se unió al Yokohama Marinos, conocido por su tendencia a fichar jugadores sudamericanos. Su car

rera en México empezó en Veracruz, donde dejó una huella notable con 13 goles en 32 partidos durante la temporada 1992/1993. Luego, tuvo breves periodos en Atlas y Alvarado, este último bajo la dirección de César Luis Menotti, con quien buscó el ascenso a la B Nacional pero quedó en el Argentino A.

Un paso fugaz por Boca Juniors en 1994 marcó un bache en su carrera, con solo 12 partidos y un gol en su haber, antes de regresar a México para jugar en Toros Neza. Su primera experiencia europea llegó con el Padova en Italia, y luego se trasladó al Columbus Crew en Estados Unidos. Posteriormente, tuvo una segunda etapa en Veracruz, antes de intentar suerte en España con el Elche CF y en Honduras con el Marathon.

En 2001, regresó a Argentina para formar parte de un El Porvenir repleto de jóvenes talentos de Boca Juniors, aunque la experiencia no fue positiva. Luego se aventuró a Guatemala con el Deportivo Zacapa y a Bolivia con San José. En 2003 y 2004, dividió su tiempo entre México, jugando para Chapulineros de Oaxaca e Inter Riviera Maya.

Diego Maradona una vez elogió a Rudman como el mejor jugador de futsal que había visto, un reconocimiento a su habilidad y técnica en el campo. Que pena que lo fichase el Construcciones Devora.