El Elche CF ha demostrado que en los momentos clave está cuando se le espera. El equipo franjiverde ha vencido, pero también ha convencido, en su victoria frente al Burgos CF. El conjunto ilicitano ha dominado el encuentro en todo momento, fiel a la idea de juego que le está haciendo crecer desde principio de temporada. Beccacece ha apostado por tener el balón y ha encontrado en un omnipresente Nico Castro su extensión sobre el terreno de juego.

Cierto es que al juego franjiverde le falta la guinda del gol para poder cerrar los partidos y sufrir menos, pero tan importante como generar ocasiones de gol es saber aprovechar el balón parado cuando te topas con la portería contraria. El equipo está sabiendo exprimirlo, primero en un saque de esquina y posteriormente con un penalti que ha vuelto a demostrar que en Rodrigo Mendoza hay un jugador de futuro.

Beccacece ha sabido contrarrestar y minimizar a un Burgos CF en el que su jugador más destacado, Jony Montiel, ha pasado desapercibido sobre el césped del estadio Martínez Valero. El planteamiento del entrenador argentino ha anulado a los mejores jugadores del rival, que no han entrado en contacto con el balón, gracias al dominio del esférico durante las fases más importantes del partido.

El encuentro deja dos grandes beneficiados. Por una parte, desde el punto de vista individual, Mourad. El delantero se ha estrenado en la faceta anotadora para quitarse un peso de encima. Es importante que, como delantero, coja confianza porque es un futbolista muy aprovechable en Segunda División; y por otra, desde el punto de vista colectivo, el Elche CF. Entrar en playoffes una inyección de moral para un equipo que tiene mucho margen de crecimiento y que seguro que mejorará porque cada día absorbe más y mejor las ideas de su entrenador.