Villarreal ha amanecido blanca y verde. La afición del Elche CF ha teñido las calles del pueblo castellonense de ilusión y ambición. El desplazamiento de seguidores ilicitanos a tierras villarrealenses es, hasta el momento, el más numeroso tras el vivido hace catorce días a Cartagena. Anteriormente, el Nuevo Pepico Amat y el Carlos Belmonte, de Elda y de Albacete, habían visto desfilar por sus calles a la marea franjiverde. El hito en Villarreal sólo tiene un motivo, el gran momento que vive el equipo franjiverde. Que la afición ilicitana haya completado once autobuses para, dentro de los desplazamientos más cercanos posibles, cubrir los cerca de 250 kilómetros que separan el Martínez Valero de La Cerámica refleja el motor de ilusión que supone el Elche CF de Sebastián Beccacece. Un equipo que ha entrado en playoff de ascenso, con dos puntos de ventaja sobre el séptimo clasificado, y que mira de frente al ascenso directo, a dos del segundo.

La fe mueve montañas y la que tienen los más de 1.300 aficionados que han viajado a Villarreal a animar a su elche CF cotiza al alza. Tanto como para que no hayan importado las distancias, o que sean superiores a las que separan ciudades más cercanas como Elda, Cartagena o Albacete; que no han conseguido lo que en el día de hoy se vivirá en tierras castellonenses. Cierto es que, cuando el conjunto ilicitano tuvo que visitar las anteriores plazas, la clasificación de LaLiga Hypermotion no le colocaba en cuarta posición, a dos puntos del ascenso directo. El duelo en Elda llegó con el equipo decimocuarto, a ocho puntos del ascenso directo y a siete del playoff; el partido en Albacete, siendo undécimo, a siete del segundo y a cuatro del sexto clasificado; y el de Cartagena, con los franjiverde en octava posición, a cinco del ascenso directo y a uno del playoff.