RECONOCIMIENTO

Ángel Urbina, el burgalés que eligió Elche, nombrado hijo predilecto de la provincia

El ilicitano de adopción recibe el reconocimiento por su vida dedicada a mejorar Elche y garantizar agua de calidad para la provincia.
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Elche Capital
05 de octubre de 2025 - 16:36
Sostiene el refranero popular que los bilbaínos nacen donde quieren. Algo parecido pasa con los ilicitanos de corazón. Ángel Urbina Olarte, nacido en Miranda de Ebro (Burgos) en 1947, decidió en 1969 que Elche sería su hogar, y desde entonces ha dedicado su vida a la ciudad, a su provincia y a garantizar agua de calidad para sus campos y ciudadanos.
Este domingo, la Diputación de Alicante le hará entrega del título de “Alicantino de Adopción 2025”, reconocimiento que Mazón y las autoridades provinciales destacan como homenaje a su compromiso, rigor y capacidad para unir a la provincia en torno a un recurso esencial: el agua.
“Ni falta agua ni falta gente que sepa de agua —afirmó el president Carlos Mazón—. Lo que sobra es ruido y uso partidista que impide escuchar a quien tiene algo que enseñar, como Ángel Urbina.”
Desde su llegada, Urbina ha sido voz y guía en la gestión hídrica, participando en Riegos de Levante, la comunidad de regantes más antigua de Europa, en las negociaciones del Memorándum del Tajo-Segura y en la implementación de las Reglas de Explotación del Acueducto, consolidando la seguridad del suministro para la provincia.
Ingeniero de formación, con una trayectoria profesional que abarca la industria, el acero y la gestión hídrica, Urbina ha hecho de Elche y de Alicante su verdadera tierra, ganándose no solo respeto profesional, sino el cariño de todos los que conocen su entrega silenciosa y constante.
Elche, ciudad que escogió y en la que ha dejado huella, es mucho más que un lugar para Urbina: es su inspiración y su compromiso diario. Desde el Palmeral hasta sus barrios históricos, pasando por las fiestas, la cultura y la vida de sus gentes, Ángel ha participado activamente en la ciudad, buscando siempre mejorar la calidad de vida de los ilicitanos y el desarrollo de su entorno, demostrando que Elche no solo se habita, se ama y se cuida.
Su historia personal se mezcla con la ciudad: conoció a su esposa Amalia un verano en Santa Pola, formó aquí su familia, y desde entonces ha trabajado para que cada litro de agua, cada proyecto y cada decisión técnica tengan un impacto positivo en Elche y en la provincia.
El título de Alicantino de Adopción es, por tanto, el reconocimiento a quien ha elegido Elche como su hogar y ha trabajado toda su vida por mejorarla, convirtiéndose en hijo predilecto de la provincia, y dejando un ejemplo de compromiso, solidaridad y amor por la ciudad que lo acogió hace más de cinco décadas.

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