HISTORIA

Antonio Bernad Gonzálvez: Un exiliado ilicitano que dejó su huella en el surrealismo español

Pintor, caricaturista y dibujante, Antonio Bernad, conocido como Toni Bernad, fue un destacado artista del exilio republicano español. Su legado artístico, marcado por su paso por diversos países, refleja el surrealismo de la vanguardia española y la influencia de la República Dominicana y México
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Iván Hurtado
22 de marzo de 2025 - 01:42

Antonio Bernad Gonzálvez, conocido como Toni Bernad, nació en Elche en 1917. Desde joven, mostró una gran inclinación por el arte, y su talento se forjó en la ciudad de Albacete, a donde se trasladó su familia. Allí, comenzó a crear caricaturas para la prensa local y provincial, destacando su capacidad para captar la esencia de las personas a través del dibujo. Sin embargo, la Guerra Civil Española cambiaría por completo el rumbo de su vida, y tras el fin de la contienda, como tantos otros artistas e intelectuales republicanos, se vio obligado al exilio.

Su primer destino fue Francia, donde vivió el doloroso internamiento en los campos de concentración de Gurs y Saint-Cyprien, una experiencia que marcó su vida. Fue en ese contexto de sufrimiento e incertidumbre donde comenzó a afianzarse su estilo artístico, influenciado por las corrientes vanguardistas europeas. Desde Francia, su camino lo llevó a la República Dominicana en 1941, un país que se convertiría en el epicentro para muchos exiliados republicanos. En Santo Domingo, Bernad encontró la oportunidad de exponer su talento en el diario La Nación, donde sus caricaturas rápidamente le otorgaron notoriedad. Fue en este ambiente donde conoció a figuras influyentes del surrealismo como André Breton y Eugenio Granell, quienes marcaron profundamente su obra y su visión artística.

En la República Dominicana, Bernad pasó sus primeros años de exilio, donde su estilo surrealista empezó a definirse. No solo cultivó su faceta de caricaturista, sino también de pintor, y estableció fuertes vínculos con otros exiliados, formando parte del círculo vanguardista de artistas que se habían asentado en el país. Sin embargo, en su deseo de continuar su viaje artístico, se trasladó a México, donde se integró en un entorno cultural lleno de creatividad. En la capital azteca, trabajó con otros grandes artistas, como Josep Renau y Enrique Climent, y comenzó a colaborar en la revista El Torito. En este lugar, su carrera dio un paso importante, consolidándose como un referente de la caricatura y la pintura surrealista.

A pesar de su éxito en América, Bernad decidió regresar a España en 1953. Su regreso, sin embargo, no fue fácil. La dictadura franquista lo colocó en una situación complicada, ya que su arte y sus ideales republicanos no eran bien recibidos. A pesar de las dificultades, continuó trabajando en su arte, aunque su carrera tuvo que pasar a un segundo plano debido a su necesidad de ganarse la vida como agente comercial. A lo largo de los años, su obra se mantuvo oculta para el gran público, eclipsada en parte por su carácter introvertido y su falta de interés por la publicidad mediática.

Sin embargo, el redescubrimiento de su figura llegó tarde, pero a tiempo. A lo largo de los años, el trabajo de recuperación de la memoria histórica y cultural sobre los artistas del exilio republicano permitió que su obra comenzara a recibir el reconocimiento que merecía. En 2008, la Universidad de Valencia organizó una exposición antológica de su trabajo, una oportunidad para valorar su legado artístico y su contribución al surrealismo español del exilio. A través de esta exposición, la figura de Toni Bernad volvió a cobrar vida, permitiendo que el público y los expertos apreciaran la importancia de su obra.

La vida de Toni Bernad es un testimonio del exilio, de la lucha por la libertad y de la resistencia a través del arte. A lo largo de su vida, siempre permaneció alejado de los focos mediáticos, pero su arte habló por él. Hoy en día, su legado es un pilar fundamental para entender la historia del surrealismo español y la cultura del exilio, y su figura sigue siendo una fuente de inspiración para aquellos que buscan comprender los avatares de la historia y la resistencia creativa frente a la adversidad.

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