Estamos en unos momentos complejos y difusos con el tema de la corrupción. Ante cualquier caso que se destape (el último, el ya famoso ‘caso Koldo’), automáticamente se enchufan los ventiladores por parte de todos los afectados, unos para atacar y otros para defenderse. Que conste que no justifico ninguna forma de corrupción, venga de donde venga. El que la haga que la pague. Si bien es cierto que la Justicia castiga igual por acción que por omisión. Políticamente, no es lo mismo meter la pata, que meter la mano en el cajón y llevárselo crudo. Y tampoco es lo mismo que te regalen un jamón o una caja de vino por Navidad como cortesía de algún proveedor, a que le exijas al proveedor el 3% como mordida.
Dicho esto, y ante el lío que se está montando con la creación de comisiones de investigación en el Congreso y en el Senado, para investigar el asunto de las mascarillas, no veo que sea de recibo que en el Senado (con mayoría del PP) quieran investigar el ‘caso Koldo’ o a Ábalos solamente. Considero que arrojaría mucha más luz la comisión que propone el PSOE en el Congreso, para que se investiguen todas y cada una de las operaciones de compra de material sanitario destinado a combatir la maldita pandemia (incluso los intentos de quedarse con el primer avión que aterrizara de China). Teniendo en cuenta, por supuesto, las condiciones de urgencia del momento por parte de todas las administraciones (incompatible en muchos casos con la farragosa ley de contratos públicos).
Con todo esto y volviendo al título de este artículo, la impresión que va calando en la sociedad, es la de que “todos son iguales, de izquierdas o de derechas”. Pues yo digo que no. Me explico. ¿Es igual el que promueve una ley de apoyo a la Dependencia y la dota de recursos económicos, que el que quita los recursos? Pues no. ¿Es igual el que hace una ley que defiende y protege los derechos LGTBI, que el que las coarta cuando llegan al poder en Ayuntamientos y Comunidades? Pues no. ¿Es igual el que vota a favor de incrementar las pensiones con el IPC, que el que vota en contra? Pues no. Casualmente, quien promueve las mejoras de derechos sociales, siempre es la izquierda. Quien vota en contra, siempre es la derecha. Yo, me quedo con los primeros.
