El Ayuntamiento de Elche ha dado inicio a las obras destinadas a mitigar el riesgo de inundaciones en la carretera de Santa Pola, especialmente en el tramo de la Venta Durá, una zona históricamente afectada por el vertido de aguas del barranco de San Antón. La inversión de 120.000 euros, financiada con fondos municipales, respalda esta intervención crucial.
El alcalde Pablo Ruz subrayó la importancia de esta medida, calificándola como una solución temporal hasta que el Ministerio actúe. El proyecto implica la instalación de tuberías de imbornales para canalizar el agua hacia el sur del Camp d’Elx, así como la construcción de un muro de contención para dirigir el flujo del barranco de San Antón.
Ruz enfatizó que esta acción busca ampliar la capacidad de la infraestructura existente y redirigir el agua hacia un canal de desviación cercano para su reutilización. Aunque provisional, esta intervención pretende abordar de manera eficaz el grave problema de inundaciones en la carretera debido al vertido del barranco de Santa Antón.
El plazo de ejecución de las obras es de seis semanas, con la intención de finalizar antes de la llegada de las lluvias de otoño. Mientras tanto, el Ayuntamiento está comprometido a seguir buscando soluciones a largo plazo, como la construcción de un tanque de tormenta, para garantizar la seguridad de la zona afectada por inundaciones.