La Policía Nacional destinada en el Puesto Fronterizo del Aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández ha detenido a cuatro personas cuando trataban de subir a sus respectivos vuelos con documentación falsa. El primero, un varón de 32 años que pretendía volar a Dublín, presentó tres documentos, al parecer, oficiales de Bélgica que levantaron sospechas entre los agentes encargados del control de documentación por algunas irregularidades. El hombre fue trasladado a las dependencias para obtener una mejor verificación de los documentos; confirmándose que se trataban de documentos falsos y que la nacionalidad originaria era albanesa.

El segundo caso sucedió minutos más tarde al primero y en un vuelo con destino a Londres. Un varón de nacionalidad china, de 35 años de edad, intentó hacerse pasar por taiwanés mediante un pasaporte original de Taiwán, pero de otra persona. La foto del documento puso en alerta a los agentes por no ser exactamente iguales. La Policía Nacional comprobó más meticulosamente el pasaporte que presentaba para descubrir que efectivamente no era suyo y que lo estaba utilizando para hacerse pasar por otra persona.

Los otros dos detenidos, una mujer y un hombre de 22 y 31 años de edad, son una pareja sentimental que intentaron acceder a un vuelo dirección Cork (Irlanda) con documentación falsa de Rumanía, ya que su nacionalidad real era la de albaneses. Ambos mostraron los documentos oficiales a los agentes de Policía Nacional, que observaron irregularidades en los mismos y pasaron a realizarles una verificación más exhaustiva descubriendo que efectivamente eran fraudulentos.

Penas de prisión

Los tres viajeros que portaban y utilizaron documentación falsa fueron arrestados por un delito de Falsificación de Documento Oficial, mientras que el cuarto fue detenido por un delito de Usurpación de Identidad ya que, aunque la documentación era auténtica, no era la suya e hizo uso con claro ánimo de hacerse pasar por otra persona. El actual Código Penal indica que cualquier modificación de un documento oficial para simular su autenticidad, podrá ser constitutivo de un delito de falsedad documental con penas hasta de tres años de prisión.