En un momento clave para la educación en la Comunitat Valenciana, la Conselleria de Educación impulsa una consulta sobre la lengua base en la enseñanza, una medida que busca garantizar la libertad de elección de las familias. Daniel McEvoy Bravo, Secretario Autonómico de Educación, nos explica en esta entrevista para Elche Capital los detalles de esta iniciativa, su implementación y el impacto esperado en el sistema educativo. La consulta, que se realizará de manera telemática, permitirá a los padres escoger entre castellano y valenciano como lengua base para la enseñanza de sus hijos en los primeros cursos de educación infantil y primaria.
Sobre la consulta de lengua base y su implementación
-¿Por qué han decidido implementar esta consulta en este momento?
La consulta es un desarrollo de la ley de libertad educativa. Ahora mismo, en este curso se están aplicando algunos extremos de la ley, como son las certificaciones automáticas del nivel de valenciano, que ya está en marcha con carácter retroactivo, hemos expedido ya más de 60.000 títulos. También está en marcha que los niños con necesidades educativas especiales sean atendidos en la lengua que les sea más próxima y también está en marcha que las comunicaciones entre los centros y las familias tengan que ser bilingües.
El calendario de aplicación dice que para el próximo curso ya se debe permitir escoger como lengua base el castellano o el valenciano. Por eso vamos a hacer ahora esta consulta que se hará una única vez, y luego las familias elegirán a la hora de matricular a los niños. Que se haga esto ahora viene dado por la DANA, porque nuestra intención era hacerlo a finales de noviembre del año pasado, pero por la situación que se produjo tuvimos que posponerlo.
-¿Qué mecanismos han establecido para garantizar que el proceso sea transparente y accesible para todas las familias?
Se va a hacer de forma telemática porque pensamos que así las familias lo hacen en la intimidad de sus casas y lo pueden hacer con mayor libertad.
-El proceso se va a realizar de manera online. ¿No temen que algunos padres tengan dificultades para votar, ya sea por desconocimiento o falta de acceso a la tecnología?
Entendemos que a lo mejor no todas las familias tienen acceso a los dispositivos electrónicos necesarios para hacer la consulta, por eso hay una serie de disposiciones en las que se indica, del mismo modo que en el proceso de admisión, que se establece un punto de acceso en cada centro educativo. En este caso, los padres también pueden acceder al centro, donde se les dará acceso a un ordenador con conexión de internet, se les explicará cómo deben hacerlo y lo harán también con total libertad.
-En el caso de padres divorciados, entiendo que solo puede votar uno. ¿Cómo se gestionará esta situación? ¿Se puede considerar el voto nulo si hay desacuerdo entre ambos progenitores?
En el caso de padres divorciados pueden suceder dos cosas: Que los dos progenitores voten una misma lengua base, en ese caso se contaría como voto válido. O bien, que haya un voto contradictorio, que cada uno de ellos vote en un sentido diferente. En ese caso, el voto se anularía. Llegado el caso, tendría que ser el juez quien decidiera, del mismo modo que cuando hay una discrepancia, por ejemplo, sobre dónde matricular a los hijos.
-Si en un colegio solo quedan siete, ocho o nueve alumnos que elijan una lengua diferente a la mayoritaria, ¿cómo se organizará la enseñanza para ellos?
El sistema del Botànic era un sistema único, es decir, ellos establecían un sistema lingüístico y lo imponían a cualquier nivel y a cualquier colegio, independientemente incluso de que fuera zona valenciano o castellano parlante. Nosotros pasamos a un sistema de votación y en ese sistema de votación eligen las mayorías.
Si en un colegio donde hay dos líneas con 50 alumnos, donde 43 votaron una lengua y 7 votaron la otra, los dos grupos irían con lengua base en esta. Luego hay una serie de mecanismos correctores los cuales se pueden aplicar unas adaptaciones lingüísticas y otro tipo de medidas, pero esto lo tendremos que ver con mayor detenimiento cuando veamos exactamente cuál es el resultado de la votación y aplicaremos soluciones individualizadas para cada caso, pero no pensamos que vaya a haber excesivos problemas. Igual en las ciudades grandes algún caso se da, pero pensamos que podemos solucionarlo de una forma satisfactoria para todos.
Sobre el impacto en la educación y la metodología de decisión
-En cuestiones como la jornada lectiva o el idioma, ¿no cree que debería establecerse un criterio técnico en lugar de dejarlo en manos de las familias? Muchos padres pueden votar basándose en impulsos, emociones o conveniencia, y no siempre desde un criterio pedagógico. ¿No sería mejor que esta decisión la tomaran expertos en educación?
En otras ocasiones ya se ha dejado a los padres elegir, por ejemplo, en el tema de la jornada. Evidentemente, hay cuestiones que deben regirse por motivos técnicos: experiencias pedagógicas, metodología del centro, etc. Pero en el caso de la lengua, da igual en qué lengua reciban los alumnos la instrucción, máxime en un sistema muy equilibrado entre las dos lenguas. La metodología y la pedagogía es igual en la Comunitat Valenciana, en castellano o en valenciano; es la misma en Valladolid, en Helsinki o en Seúl, pero esos niños no obtienen mejores resultados porque estudien en una lengua u otra.
-¿Cómo garantizarán que, independientemente de la elección de los padres, los alumnos adquieran competencias en ambas lenguas oficiales?
Eso está garantizado, porque la diferencia básicamente va a estar en infantil, primero y segundo, mientras los niños adquieren la lectoescritura. A partir de tercero, es un sistema muy equilibrado en el que reciben su instrucción en las dos lenguas cooficiales, con lo cual no van a tener un problema para ser competentes en ambas.
Sobre la política lingüística y la convivencia
-¿Se han inspirado en modelos de otras comunidades autónomas o países para diseñar esta política?
No nos hemos inspirado en otros modelos autonómicos porque la Comunidad Valenciana es muy particular.
La Comunidad Valenciana, desde la Llei d’Ús i Ensenyamente del Valencià, del año 83, establece zonas valencianoparlantes y zonas castellanoparlantes. Con lo cual, no podemos dar a zonas de predominio lingüístico valenciano y castellano el mismo tratamiento. Por lo tanto, no podemos dar un modelo único, como hay en otras comunidades autónomas, y menos modelos que no nos gustan en absoluto, como por ejemplo, los de Cataluña o el del País Vasco. No se garantiza en absoluto la libertad de los padres ni de la población en general.
Sobre la opinión y las reacciones de los padres
-¿Qué opinión tienen los padres sobre esta consulta? ¿Han realizado algún estudio previo o han recibido feedback directo de las familias?
Los padres, ante cualquier cambio, sienten zozobra, pero son los primeros responsables de la educación de sus hijos. Quizás haya faltado información y eso es culpa nuestra de la Conselleria, por eso estamos intentando dar esa información. Una vez que ellos tengan esa información veraz e independiente y despejen sus dudas, no va a haber ningún problema tampoco en ese sentido.
-¿Cómo responderán si los resultados de la consulta generan diferencias significativas entre centros escolares o zonas?
No hay ningún problema, si en un colegio determinado cuarto A tiene lengua base castellana y cuarto B valenciano, no hay absolutamente ningún problema. En otras épocas convivía el sistema en líneas y no hubo jamás ningún problema. Por lo tanto, ahora tampoco lo va a haber, máxime cuando ahora no va a ser la administración la que determine qué colegio debe tener una línea u otra, sino que serán las propias familias las que lo hagan. Por otra parte, con los cambios que hemos introducido también en los procedimientos de admisión, estableciendo el distrito único, ya no existen las zonas, con lo cual, no puede haber diferencias entre unas y otras.
Sobre el futuro de la educación en la Comunitat Valenciana
-Más allá de la cuestión lingüística, ¿qué otras medidas está impulsando la Conselleria para mejorar la educación en la Comunitat Valenciana?
Hemos introducido en año y medio muchísimos cambios. Como decía anteriormente, el primero es el proceso de admisión. Nuestras dos bases fundamentales son dos: la libertad y la equidad, sin una no puede haber otra. La libertad de elección de centro, con los cambios en el procedimiento de admisión y establecimiento del distrito único, la gratuidad en la educación de 0 a 3, que también supone una libertad de elección de centro desde el mismo nacimiento de los niños. Y por otro lado, el procedimiento en el que estamos ahora inmersos, que es la libertad de poder elegir la lengua base en la que los niños reciban las clases.
Y por otro lado, la equidad la estamos trabajando fundamentalmente en tres aspectos. Primero, desde la Dirección General de Inclusión, con la creación del mayor número de aulas específicas en centros ordinarios, el mayor incremento que se ha producido jamás en la historia en la Comunidad Valenciana. Por otro lado, con un nuevo decreto de convivencia que verá la luz probablemente el próximo mes. Y por otro lado, nuestra gran apuesta por la FP, con el fomento de la FP básica en particular y que, junto con el de las aulas UECO, ha propiciado que nos hayamos situado por primera vez en la historia en la Comunidad Valenciana con unas tasas de abandono temprano por debajo de la media española.
-¿Cuál es su visión a largo plazo sobre el modelo educativo en la región?
A medio o largo plazo, si consolidamos los logros que estamos implantando, la educación en la Comunidad Valenciana va a mejorar. Hemos introducido, como decía anteriormente, muchísimos cambios en estos 18 meses, pero eran muy necesarios porque veníamos de un modelo del Botànic desastroso para la libertad de las familias y para el propio alumnado, porque se incidía sobre aspectos que nada tenían que ver con el bienestar de los niños. Actualmente, el equipo que trabaja en la Conselleria es un equipo muy profesional y que está única y exclusivamente encaminado a que los niños reciban la mayor mejor educación posible y son ajenos totalmente a cualquier otra consideración de tipo partidista, corporativista o de cualquier otra índole.
-¿Cree que en el futuro podrían realizarse nuevas modificaciones en la política lingüística en función de los resultados de esta consulta?
Nosotros pensamos que este modelo equilibrado que propugnamos es el adecuado. Ya no va a haber nunca más una votación como esta, se produce este año para asignar esas líneas en los centros, pero a partir de ahora, cada vez que una familia matricula a su hijo por primera vez, ya determinará el idioma, la lengua base, el que quiere que reciban la enseñanza.
Con lo cual pensamos que puede ser un modelo muy estable a largo plazo y que no genere mayores problemas ni mayores tensiones como las que se han generado ahora, quizás, pero, insisto, por motivos espurios. Si alguien analiza la ley con tranquilidad y despeja las dudas con calma y de una forma objetiva, se dará cuenta que la ley viene a satisfacer las demandas que la sociedad valenciana nos había solicitado y que nosotros llevábamos en nuestro programa electoral y hemos cumplido.