Agentes del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Policía Nacional de Elche han desarticulado una organización criminal y han procedido a la detención de ocho personas, seis de origen polaco y dos españolas, tras haber llevado a cabo durante los últimos once meses una operación de tráfico de drogas internacional, que ha tenido como conclusión la incautación de 130 kilogramos de marihuana y dos kilogramos de hachís, dos subfusiles marca Scorpio, catalogadas como armas de guerra, una pistola con munición, 100.000 euros en efectivo y siete vehículos, decretando el juzgado el ingreso en prisión sin fianza para los tres principales cabecillas de la trama.
La investigación comenzó en marzo de 2023 cuando, a raíz de una entrada y registro en Elche, fueron hallados 90 kilogramos de marihuana envasados al vacío y un subfusil marca Scorpio, catalogado como arma de guerra. El morador de la vivienda, que no se encontraba en el domicilio en el momento del hallazgo, fue detenido días más tarde cuando trataba de huir abandonando el país desde el aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández, decretando el Juzgado de Instrucción número dos de Elche su ingreso en prisión provisional por esos hechos.
Elche y Aspe
El entramado criminal operaba desde la provincia de Alicante, concretamente asentados en los municipios de Elche y Aspe, comprando droga ‘al por mayor’ para, posteriormente, enviarla por paquetería al extranjero. La organización compraba a otros grupos criminales dedicados exclusivamente al cultivo y venta ‘al por mayor’, grandes cantidades de marihuana ya preparada para su venta y distribución. Una vez abastecidos de la sustancia, la distribuían envasándola al vacío en paquetes de menor tamaño para ocultarla en el interior de electrodomésticos, en este caso en cuestión, en el interior del depósito de agua de calentadores los cuales, una vez preparados, eran enviados al extranjero a través de empresas de mensajería.
Los agentes lograron la identificación de todos los componentes de la organización criminal, tras una extensa investigación policial, y se concretó la existencia de cuatro viviendas, tres en Aspe y una en Torrellano, desde las que operaba el grupo. Además, los investigados utilizaban documentación falsificada de diferentes nacionalidades para el alquiler de dichas viviendas y para la realización de los ilícitos envíos. La investigación dio un giro decisivo cuando los investigadores observaron a uno de los sospechosos realizar un envío de paquetería con destino a Polonia, por lo que procedieron a su intervención e inspección en Sede Judicial, resultando contener un calentador en el cual iban perfectamente camuflados siete kilogramos de marihuana.
El hecho fue el detonante para que la Policía Nacional acelerase el curso de la investigación e iniciara la fase de explotación de la operación, realizando cuatro Entradas y Registros domiciliarios en las localidades de Elche y Aspe. Dichos registros culminaron con la detención de siete personas y con la incautación de 35 kilogramos de Marihuana, dos kilogramos de hachís, más de 100.000 euros en efectivo, un subfusil catalogado como arma de guerra, a la sazón de la misma marca y modelo que el que ya se había intervenido en el pasado mes de marzo y una pistola con multitud de munición, ambas armas con dispositivo silenciador para no llamar la atención del entorno en caso de ser utilizadas, que a la postre se trata de un dispositivo prohibido en España.
Prisión sin fianza
Asimismo, se intervinieron siete vehículos, varios de ellos de alta gama, además de herramientas muy cualificadas como inhibidores de frecuencia y teléfonos vía satélite, de los que los arrestados hacían uso, junto con matrículas y gran variedad de documentación falsificada. Los detenidos, fueron puestos a disposición judicial, decretándose el inmediato ingreso en prisión sin fianza para los tres principales investigados, a uno de los cuales le constaba en vigor una Orden Europea de Detención para Extradición (OEDE) interesada por Polonia. Los agentes encargados del caso, expresaron su sorpresa al ver las características de las armas empleadas por la organización, consideradas como armas de guerra, así como de los sofisticados medios de vigilancia y comunicación utilizados para asegurar la ejecución de sus ilícitas operaciones, correspondiéndose con elementos que trascienden incluso el tipo de armas y dispositivos que los delincuentes habituales suelen utilizar.