El robo de una caja fuerte en un centro comercial de Elche ha permitido a la Policía Nacional desmantelar un grupo criminal itinerante que operaba en distintas provincias españolas y las Islas Baleares. La operación concluyó con la detención de cuatro personas que se desplazaban en autocaravana desde Niza, donde residían, para perpetrar robos en zonas de alto poder adquisitivo y turístico.

En Elche, los detenidos se apoderaron de una caja fuerte que contenía 8.800 euros en efectivo. Sin embargo, se les atribuyen un total de 25 delitos cometidos en ciudades de las provincias de Alicante y Málaga, así como en la Comunidad de Madrid y en las Islas Baleares. Entre los casos más relevantes destaca un hurto en Ibiza, donde sustrajeron 60.000 euros de un furgón blindado.

La Policía Nacional ha detallado que la banda actuaba de manera organizada y meticulosa. Antes de cometer los robos, realizaban vigilancias previas y seguimientos para seleccionar los objetivos, que incluían dinero en efectivo, joyas y dispositivos electrónicos. Posteriormente, los objetos eran vendidos en el mercado negro.

Un elemento que complicaba la labor policial era la utilización de identidades falsas por parte de los integrantes del grupo. Todos disponían de documentación falsa, y uno de ellos llegó a tener hasta 24 identidades distintas, lo que les permitía moverse con facilidad y evitar ser localizados durante sus desplazamientos.

El operativo policial finalizó en Benalmádena, Málaga, donde fueron detenidos los cuatro sospechosos. Tras prestar declaración ante el juzgado, ingresaron en prisión preventiva mientras continúan las investigaciones.

La Policía ha destacado la colaboración entre diferentes unidades para desarticular bandas itinerantes de este tipo, que combinan movilidad, planificación y sofisticación, representando un alto riesgo en áreas turísticas y comerciales. Se mantiene abierta la investigación para determinar si los detenidos podrían estar implicados en otros delitos similares que aún no han sido denunciados.

Este caso subraya la necesidad de extremar la vigilancia y las medidas de seguridad en comercios, centros comerciales y entidades financieras, especialmente en zonas con gran afluencia de público y alto valor económico, para prevenir este tipo de delitos organizados.