La tranquilidad de una noche en la calle Gorga se vio interrumpida cuando un vecino presenció un intento de robo en varios vehículos estacionados. La rápida acción y alerta del propietario, quien escuchó un fuerte golpe, permitió a la Policía Local de Elche intervenir a tiempo.

Los agentes acudieron al lugar tras la llamada del testigo, encontrando a un individuo que coincidía con la descripción proporcionada. Al ser cuestionado sobre su presencia en el vehículo, el sujeto alegó que no tenía intención de robar, sino que simplemente buscaba algunas pertenencias en su interior.

Sin embargo, la evidencia en la escena pintaba un cuadro diferente. Los cristales del vehículo presentaban signos de haber sido golpeados, y junto al coche se hallaba un adoquín negro, presumiblemente utilizado para forzar la entrada.

Pero la trama no terminaba ahí. Previo al intento de robo en el vehículo, una patrulla policial había respondido a una llamada relacionada con un individuo que había ingresado sin permiso a un establecimiento a escasos 50 metros de distancia. Este individuo, cuyas características coincidían con las del sospechoso del intento de robo en el vehículo, había incursionado en el almacén y la cocina del local, llegando incluso a aproximarse a la caja registradora antes de ser expulsado por el propietario del establecimiento.

La rápida intervención de la Policía Local de Elche y la colaboración de los testigos permitieron la detención del hombre de 35 años, quien enfrenta ahora cargos por intento de robo con fuerza en vehículo y allanamiento de propiedad privada. Este incidente sirve como recordatorio de la importancia de la vigilancia ciudadana y la cooperación con las autoridades para mantener la seguridad en la ciudad.