La tarde del jueves, la Policía Local de Elche llevó a cabo la detención de un individuo de 54 años, acusado de violar una orden de alejamiento respecto a su expareja. El suceso se desencadenó cuando una patrulla, que realizaba un control rutinario en la Plaza Barcelona, escuchó los desgarradores gritos de una mujer provenientes de la calle Mario Pastor Sempere, solicitando urgentemente ayuda. Los agentes desplegaron una rápida respuesta y observaron cómo una mujer era perseguida por un hombre. Al percatarse de la presencia policial, el acosador, en un intento por eludir el arresto, optó por cambiar de rumbo y desaparecer por una calle adyacente. Sin embargo, uno de los policías reaccionó con prontitud, subiéndose al vehículo patrulla para interceptar al sospechoso.

Tras una breve búsqueda, el individuo fue localizado en actitud tranquila. Sin embargo, sus explicaciones resultaron ser contradictorias, lo que levantó las sospechas de los agentes. Al proceder con su identificación a través de la base de datos policial, se confirmó la existencia de una orden de alejamiento vigente, que prohibía al sujeto acercarse a menos de 200 metros de la mujer que estaba persiguiendo. Simultáneamente, otro grupo de agentes brindaba apoyo a la víctima, quien se encontraba visiblemente afectada por el incidente. La mujer relató que el individuo que la perseguía era su expareja, a quien había encontrado fortuitamente en una tienda de conveniencia y que, tras un encuentro que comenzó con insultos, desembocó en una aterradora persecución por las calles de la ciudad. El arrestado fue puesto a disposición judicial, mientras que la víctima recibió el apoyo y la asistencia necesaria por parte de las autoridades. Este incidente pone de relieve la importancia de las órdenes de alejamiento y la necesidad de una respuesta policial eficaz ante situaciones de violencia de género.