Rosa Flores, hija de Antonia García, una vecina de 83 años de San Antón, describe el miedo y la angustia con la que vive su madre desde que el techo de su habitación se desplomó el año pasado mientras ella estaba sola en casa. Esta no es la primera vez que ocurre algo similar, y la falta de mantenimiento en las viviendas del barrio ha generado un entorno peligroso para muchos de sus residentes, en su mayoría personas mayores. Rosa Flores exige soluciones urgentes para que su madre y el resto de los vecinos puedan vivir con la dignidad y seguridad que merecen. Además, nos relata para Elche Capital cómo vivió su madre esos momentos de angustia.
-¿Cómo vive su madre desde que el pasado año se le cayera literalmente el techo de una habitación de su casa?
Ella vive muy asustada, porque ella vive sola y aquello también le pasó estando sola. Las casas están muy viejas y las palomas están haciendo un estropicio, también le da miedo que se le caiga otro techo mientras está viendo la tele, porque hace unos años se cayó el techo del salón y el año pasado el de la habitación. También tenemos otra habitación, que ya tiene muchas grietas y también estamos pendientes a ver qué hacemos con esa habitación. Porque ella pasa mucho tiempo ahí en esa habitación y tiene miedo de que se le caiga. Con esa edad, ya le cuesta subir las escaleras, a nosotros nos gustaría que viera su piso nuevo, pero tal y como está pasando el tiempo y no se hace nada a veces lo dudamos.
-¿Cómo fue el momento en el que se cayó el techo de la habitación?
Podía haber pasado una tragedia si hubiese estado durmiendo, ella estaba en la cocina, era de noche, eran las once, se levantó a tomarse una medicación y nada, o sea, es que no le pilló de milagro, porque si ella le da por levantarse a tomarse la medicación y se va a la cama como todos los días, pues no sabemos lo que le hubiera pasado a ella, la verdad, porque todo le cayó justo encima de la cama.
-¿Qué más problemas tiene el piso de su madre?
La escalera donde vive mi madre, está hecha un desastre. Hay una parte de un primero que no tiene azulejos ni tiene luz. Al entrar al portal, las dos primeras entradas del portal no tienen luz porque está todo tan viejo que aunque lo arreglen, a las dos semanas está roto otra vez. Hay muchos problemas de okupas que se han metido y no debían. Cuando llueve, cae agua del techo de la entrada y se inunda el portal. No sabemos ni por dónde entra el agua. Se baja la escayola, se despega toda. Es que es un desastre, es una ruina. A veces te da miedo encender la luz porque te puede dar un cortocircuito, porque ya pasó. Una persona que tuvo un accidente con el tema de un enchufe, no pasó nada grave pero se llevó un susto grande.
-¿Cuáles son los problemas del día a día que enfrentan las personas mayores de San Antón, como su madre, en relación al estado de las viviendas y el retraso en la renovación del barrio?
La gente no entiende por qué no va todo más rápido, son personas muy mayores, ellos quieren ir a su vivienda. Entonces, no saben por qué hay pisos vacíos que podrían aprovechar las personas que llevan viviendo toda la vida en el barrio. Por ejemplo, la gente que ha tenido problemas, que vive en los cuartos pisos y que ya tiene una edad, pues que le den prioridad a ellos.
-¿Y qué opinan de que hayan pisos en esta situación, con la vida de algunas personas en peligro y que no se haga nada por arreglar la situación del barrio?
Es una vergüenza, no podemos entender por qué personas que llevan aquí 50 años, que pagan sus impuestos, que lo tienen todo y que no les den una solución para que tengan una vivienda con dignidad, y más cuando ya llegas a una edad y estás viendo que el barrio se está renovando. Y ella piensa, ¿por qué a nosotras no nos dan un piso y a la gente joven sí?
-¿Hay algún caso más similar al de su madre?
En la misma calle, en el portal de al lado también se le cayó a una señora el techo y también se le cayó a otro vecino justo enfrente de la casa de mi madre. En la escalera de mi madre ya se han caído tres viviendas.
-¿Qué le pediría usted a las distintas administraciones para que el proyecto de renovación de San Antón sea una realidad?
Formalidad, constancia y que cumplan el propósito que tienen, que es arreglar el barrio de San Antón. Sobre todo, que miren por la gente mayor del barrio, que se lo merecen, porque es gente que ha luchado y ha sacado el barrio adelante y ahora es como si no existieran. Es como un barrio fantasma.
-¿Qué opina su madre sobre lo que sucederá en el futuro con el proyecto de San Antón?
Su ilusión es que le den un pisito, le gustaría pasar sus años que le quedan tranquila, a ella le da igual que el piso sea pequeño, pero ella quiere estar tranquila y no quiere tener miedo. Ella muchas noches se despierta, porque claro, cuando se cae el techo de tu habitación, y tú estás sola en su casa, con esa edad y el tremendo golpe que hubo, que no sé cuántos kilos cayeron sobre la cama, es duro. Estuvo tomando tranquilizantes y la tuvimos que llevar al médico porque se puso malísima. Le gustaría que todo vaya como más rápido y que ella vea su casa nueva y que lo que le quede de vida, pueda estar tranquila.
–¿Se ha hecho algo para solucionar el problema?
Estuve hablando con unas personas en Pimesa, les enseñé el caso de mi madre, les dije que ya era el segundo techo que se le caía y que si se podía hacer algo para adelantar las nuevas viviendas y que ella optará a una nueva. Me preguntaron si aparte de mí, mi madre tenía más hijos, les dije que sí, que tenía otros hijos más. La solución que me dieron era que lo que tiene que hacer mi madre es que si tiene miedo, tiene hijos para irse a vivir con ellos, que las cosas tienen que ir como van y que no se puede acelerar nada más. Yo les dije que eso no es una contestación. El que esté por aquí un tiempo por San Antón y ver las personas que hay en San Antón verá que son gente mayor y vulnerable que se merecen lo mejor. Se merecen pasar sus últimos años con dignidad.