El Hort de Baix ha sido hoy el escenario del pistoletazo de salida a un proyecto que promete marcar un antes y un después en la lucha contra el mosquito tigre. El Ayuntamiento de Elche, junto a la Conselleria de Agricultura, ha puesto en marcha un plan pionero y respetuoso con el medio ambiente basado en la técnica de insectos estériles (TIE), con la que se prevé reducir en hasta un 80% la población de este molesto insecto, considerado no solo una molestia estival, sino también una amenaza real para la salud pública.
Durante los próximos dos años, entre 2025 y 2026, se liberarán en el término municipal ilicitano más de 2,4 millones de mosquitos tigre macho estériles, que serán soltados de forma progresiva y semanal. La peculiaridad de este método es que los machos, incapaces de reproducirse, se aparearán con las hembras salvajes, impidiendo la viabilidad de los huevos y, por tanto, la reproducción de la especie.
El alcalde de Elche, Pablo Ruz, ha agradecido a la Generalitat Valenciana la implantación de este innovador plan, destacando que “el mosquito tigre no es solo un problema de incomodidad o molestias, sino también un riesgo para la salud pública. Por eso, se requieren medidas distintas, eficaces y sostenibles como esta”.
Por su parte, el conseller de Agricultura, Miguel Barrachina, ha explicado que esta actuación se enmarca dentro de un plan integral de lucha biotécnica que se está desarrollando en diversos municipios de la Comunitat Valenciana. “Estamos aplicando técnicas avanzadas que apuestan por un equilibrio entre el control de plagas y la protección del ecosistema, y esta de Elche es una de las más ambiciosas”, ha señalado.
El encargado de explicar los aspectos técnicos ha sido Vicente Dalmau, jefe del área de Sanidad Vegetal de la Generalitat, quien ha subrayado que este procedimiento, además de ser inocuo para el entorno, se centra en áreas urbanas y agrícolas donde se concentra la mayor proliferación del mosquito tigre. “Los machos que se liberan no pican, y al aparearse con hembras silvestres sin generar descendencia, se interrumpe el ciclo reproductivo de la especie”, ha detallado.
La iniciativa contempla una actuación directa sobre unas 18 hectáreas, aunque gracias al comportamiento de dispersión natural del mosquito, se estima que el tratamiento tendrá efecto sobre más de 50 hectáreas del municipio, lo que incluye zonas residenciales, parques, huertos urbanos y áreas agrícolas.
Con esta acción, Elche se sitúa a la vanguardia del control de plagas, apostando por soluciones tecnológicas sostenibles y demostrando que la innovación puede ser una gran aliada en los desafíos medioambientales y sanitarios del siglo XXI. Como ha afirmado el alcalde Ruz, “es un orgullo que Elche sea referente de buenas prácticas en Europa en algo que afecta a nuestra calidad de vida diaria”.
Así, mientras los vecinos siguen disfrutando del palmeral, la playa y los huertos, una legión de pequeños aliados invisibles comenzará a hacer su trabajo en silencio para devolver la tranquilidad y el verano sin picaduras a toda la ciudad.






Daniel Ruiz Perona











