El Ayuntamiento de Elche ha plantado más de 100.000 girasoles en el Huerto de Bon Lladre, situado junto al cauce del río Vinalopó, dentro del proyecto municipal de recuperación de huertos históricos. La actuación, impulsada por la concejalía de Servicios Públicos, busca devolver el sentido agrario a estos espacios tradicionales, al tiempo que contribuye a una economía circular y mejora el entorno natural.
El concejal del área, Claudio Guilabert, ha visitado este miércoles la zona, donde se ha sembrado una hectárea de girasoles que abarca desde la antigua fábrica de Paredes hasta el acueducto de Riegos de Levante, en el Puente de la Generalitat. La plantación se está regando con agua regenerada procedente de la depuradora de Algorós, como parte del compromiso municipal con el aprovechamiento sostenible de los recursos hídricos.
“Queremos que nuestros huertos vuelvan a tener vida, a producir y a formar parte del paisaje urbano con una función ecológica y cultural”, ha declarado Guilabert, quien ha subrayado que estas iniciativas permiten crear nuevos ecosistemas urbanos que favorecen la presencia de fauna y flora autóctona.
Además de la siembra de girasoles, el Ayuntamiento está desarrollando actuaciones de limpieza y desbroce en la zona para mejorar su accesibilidad y potenciar su valor patrimonial. Esta acción se suma a otras similares como la plantación de tagetes en el Huerto de Malena, cuyas flores se utilizarán en la Batalla de las Flores, o la siembra de alfalfa y cereales en el Huerto de la Virgen.
“El esfuerzo por recuperar estos espacios olvidados es visible y está dando resultados. Queremos que los huertos históricos de Elche sean lugares vivos, productivos y conectados con nuestras tradiciones”, ha añadido el concejal.
Con estas actuaciones, el Ayuntamiento refuerza su apuesta por una ciudad más verde, sostenible y comprometida con el respeto a su paisaje agrícola tradicional.






Daniel Ruiz Perona











