El Ayuntamiento de Elche, a través del departamento de Vía Pública, ha iniciado esta semana la instalación de un nuevo busto de la Dama de Elche en La Glorieta, uno de los enclaves más visitados tanto por ilicitanos como por turistas. La intervención responde a la necesidad de sustituir la actual escultura, instalada en los años 90, que presentaba un acusado deterioro debido a la exposición al aire libre y al paso del tiempo.

La nueva obra, firmada por el artista M. Matarredona y realizada en edición limitada, ha sido especialmente tratada para garantizar su resistencia en exteriores y facilitar su restauración en caso de sufrir algún acto vandálico. Con esta actuación, el consistorio busca no solo preservar uno de los símbolos más reconocidos de la ciudad, sino también reforzar la seguridad y la conservación de un espacio emblemático del centro histórico.

El busto se ubicará sobre el pedestal original de 1930, obra del escultor Alcaraz, que también ha sido objeto de trabajos de puesta en valor. La instalación se completará con un nuevo entorno de protección compuesto por una verja ornamental de pequeño formato —similar a la que rodea el busto de Mariano Antón en el mismo parque— y seis jardineras con flores que actuarán como barrera natural, dificultando el acceso directo a la pieza.

Desde el Ayuntamiento se ha destacado que esta actuación no solo responde a criterios de conservación patrimonial, sino también a la necesidad de ofrecer a visitantes y residentes una imagen renovada y cuidada de La Glorieta, enclave de referencia en el corazón de Elche.

La Dama de Elche, considerada una de las joyas más emblemáticas del arte íbero y símbolo indiscutible de la ciudad, cuenta con numerosas reproducciones en distintos puntos del municipio. Sin embargo, la de La Glorieta es una de las más reconocidas por su céntrica ubicación, lo que la convierte en punto de encuentro habitual y escenario recurrente en la vida cultural y turística de la ciudad.