Elche, la ciudad de las palmeras, ha dejado de ser solo un destino cultural para convertirse en un motor turístico que no para de crecer. Situada en el corazón de la provincia de Alicante, esta ciudad mediterránea ha vivido en los últimos años una transformación en su posicionamiento turístico, atrayendo cada vez más visitantes nacionales e internacionales, que se sienten seducidos por su mezcla de patrimonio histórico, naturaleza singular y tradiciones populares.
Récords de ocupación y cambio de perfil
En 2024, la ocupación hotelera en Elche alcanzó el 83,3 %, la cifra más alta registrada hasta la fecha, con picos que llegaron al 92,5 % durante el mes de agosto y al 89,8 % en junio de 2025. El turismo, que tradicionalmente tenía un fuerte componente de negocios gracias a la industria del calzado, ha virado progresivamente hacia el vacacional, un cambio que ha ampliado la estacionalidad y ha diversificado el perfil del visitante.
Más del 57 % de los turistas que llegan son nacionales. Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Castilla y León son algunas de las comunidades autónomas con mayor presencia de visitantes.
Turismo internacional en expansión
El turismo internacional también crece con fuerza. Franceses, británicos, alemanes y holandeses lideran la llegada de turistas extranjeros, a los que se suman visitantes de países nórdicos, del Este de Europa, Estados Unidos, Canadá y América Latina.
Elche ha dejado de ser una ciudad de paso para consolidarse como un destino con identidad propia. Este reposicionamiento se ha basado en el atractivo de su patrimonio, su cercanía al mar y su oferta cultural estable.
El Palmeral, símbolo universal
Entre los principales atractivos, el Palmeral de Elche se mantiene como emblema indiscutible. Patrimonio de la Humanidad desde 2000, este espacio único en Europa conjuga naturaleza y cultura en un entorno que recuerda la herencia árabe de la ciudad. A su lado, museos como el MAHE (Museo Arqueológico y de Historia de Elche), el Museo de la Festa o el Centro de Interpretación del Palmeral reciben cada año más de 35.000 visitantes, con un crecimiento sostenido en cifras y calidad de los servicios.
Fiestas y tradiciones como motor turístico
Pero Elche también atrae por sus fiestas. La Semana Santa de 2024 registró un aumento del 46 % en atención turística respecto al año anterior, superando los 7.000 turistas atendidos en la Oficina de Turismo entre el Viernes de Dolores y el Lunes de Pascua. La campaña navideña 2023-2024 no se quedó atrás: hubo un incremento del 22,5 % respecto al año anterior, con una ocupación hotelera que llegó al 99 % en Nochevieja.
Mención especial merece agosto, mes clave en el calendario ilicitano. Las fiestas patronales, con eventos tan singulares como la Nit de l’Albà o la representación del Misteri d’Elx, Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, llenan las calles de luz, música, devoción y fuegos artificiales. En ese mes, la ocupación hotelera alcanza cifras récord y la ciudad se convierte en epicentro turístico de la provincia.
Mejora de servicios y atención al visitante
La experiencia del visitante también ha mejorado gracias a la oferta de servicios complementarios. El tren turístico aumentó un 23 % sus usuarios en 2024; las visitas guiadas crecieron un 11 % y los puntos de información en calle, como el de la Glorieta, atendieron a un 55 % más de turistas que el año anterior. Además, la web turística municipal superó los 1,7 millones de consultas, lo que demuestra una mayor planificación por parte del visitante y un interés creciente por descubrir la ciudad.
El papel clave del aeropuerto
La conectividad ha jugado un papel fundamental. El Aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández, a menos de 15 kilómetros del centro urbano, cerró 2024 con más de 18,3 millones de pasajeros, un 16,8 % más que el año anterior. La cercanía y variedad de rutas han hecho posible que muchos viajeros opten por conocer Elche durante su estancia en la Costa Blanca.
Turismo de cruceros: oportunidad en auge
Otro segmento en auge es el del turismo de cruceros. En 2024, Elche recibió 7.300 cruceristas, el 17 % de los que llegaron a la Costa Blanca y realizaron excursiones. Solo Benidorm y Guadalest superaron a la ciudad ilicitana en volumen. Este flujo dejó un impacto económico de 1,7 millones de euros, una cifra que se espera aumentar con nuevas estrategias de captación.
Economía local y empleo estable
El turismo en Elche ya no es estacional. Hay visitantes en Semana Santa, en verano, en Navidad y también en eventos empresariales, ferias o congresos. Esto dinamiza la economía local durante todo el año y crea empleo estable. El turismo representa un porcentaje creciente del PIB local y está generando oportunidades en sectores como la hostelería, el comercio, el transporte o los servicios culturales.
Desafíos y futuro sostenible
Con todo, los retos no son menores. Elche debe afrontar la modernización de parte de su planta hotelera, mejorar la conectividad interna y reforzar su promoción exterior. La colaboración entre sectores y una estrategia sostenible serán clave para mantener el crecimiento sin comprometer el entorno ni la autenticidad local.
Más allá de las cifras, lo importante es garantizar una experiencia de calidad al visitante y preservar el equilibrio entre desarrollo turístico y conservación del patrimonio.






Daniel Ruiz Perona











