ARTÍCULO

IMPRESIONES DE UN PASADO (XLIV)


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Pepe Ruiz Torres
23 de septiembre de 2025 - 01:43

La muerte está muy relacionada con la vida. Dicen que desde el mismo momento de nuestra concepción, ya estamos empezando a morir. Esto que llamamos vida no solo es un camino de rosas, nos encontramos con muchas espinas en él. Existen personas que por muchos años que vivan no llegan a hacerlo realmente mientras que algunos exprimieron tanto su existencia que consiguieron la plenitud y la felicidad con apenas diez lustros vividos. Decía Alejandro Sanz que “entre la vida y la muerte se piensa tan diferente”, es en esos momentos cuando ves pasar tu vida de forma tan fugaz, que aprendes a valorar las cosas realmente importantes de la tierra donde vives. Hoy quiero hablarles de la vida de Manuel Torres Pastor. Hijo y nieto de activistas políticos, sus padres fueron concejales del PCE en el Ayuntamiento de Elche. Su abuela Clara Aznar fue ugetista y miembro del grupo socialista El Despertar Femenino de Elche.

Manuel nació en Orán quince meses después de que sus padres huyeran desde el puerto de Alicante con el famoso buque Stanbrook. Sus padres tuvieron que dejar su casa en el Raval de Elche para embarcar rumbo al exilio. Malditas y cruentas guerras.

Manuel fue el mayor de cuatro hermanos, de joven ya se le veían maneras en el deporte y en los estudios. Cuando la familia tuvo que realizar ese cambio de domicilio forzoso, jamás pensaron que en el año 1954, ese país que les acogió con los brazos abiertos, fuera a iniciar una Guerra de Independencia. La vida de Manuel, al ser el único varón de la familia, corría peligro. Miembros de la OAS(Organisation de l’ Armée Secrète) fueron a su casa a reclutarlo para combatir contra el FLN( Front de Libération Nationale). Su padre, que ya sabía lo que era una guerra, aconsejó a Manuel coger el primer avión rumbo a Marsella. Ya en el continente pudo finalizar sus estudios de medicina. En esa ciudad de la Costa Azul conoció a la que sería su futura mujer, Jeanine Giudicelli, de origen corso.

Juntos, iniciaron una nueva vida en la isla más bonita del mediterráneo, Córcega. Compatibilizaba su profesión de dermatólogo con su gran pasión, la alta montaña.Conocieron la isla de punta a punta y todos sus GR ( Grande Randonnée). Se hizo con un gran grupo de amigos que les acompañaron en sus travesías; fue un amante de la naturaleza ,de la fauna y flora de su querida Corsica.

Manuel también fue un enamorado del buen comer y del buen beber, le gustaba vestir de forma elegante pero moderna y siempre destacaba por sus looks y por su forma de andar. Gran amigo de sus amigos, era el mayor de todos ellos y siempre se caracterizaba por su buen humor y sus sabios consejos. Le gustaba mucho viajar, era un enamorado de la civilización egipcia, de París y de su querido Chamonix-Mont-Blanc.

Jamás renunció a su amada España y a su querida Elche, siempre que podía venía a visitar a su familia. Era muy típico verlo con su cámara de fotos, ropa con colores llamativos y durante las procesiones de Semana Santa o la Navidad ilicitana. Se sentía orgulloso de la tierra de sus ancestros.

Tuve la suerte de disfrutarlo y de aprender mucho de él, tanto en mis visitas a la isla como cuando venía a visitar a la familia. Ha sido mi padrino, un gran referente para mí. El 11 de julio de 2010, estando yo en la isla, pude celebrar el triunfo del mundial de España a su lado. Era mi cumpleaños pero eso pasó a un segundo plano ya que desde ese día pude lucir mi primera étoile en la camiseta de la selección nacional. Días que marcan para toda la vida.

Hablando de la vida, se puede y se debe hablar de la muerte. Nosotros los cristianos tenemos claro que existe otra vida, que tenemos el regalo de la resurrección y que volveremos a ver a nuestros seres queridos. Este martes volví a la isla para despedirme del hermano de mi madre. La persona que yo creía inmortal fue apagándose, y conociendo mis temores y debilidades, me armé de valor para pasar sus últimos momentos a su lado. Ver fallecer a un ser querido, a tu sangre, es duro pero a la vez me siento bien. Es reconfortante saber que he podido venir con mi madre, y representar a toda la familia, para que se pueda despedir de su hermano. Me siento bien de ver las muestras de cariño que ha recibido en su sepelio, de la vida tan plena que ha tenido. Un ser querido, amado y respetado es el resultado de una buena persona que durante su vida va sembrando …y es ahora cuando recoge sus frutos y el reconocimiento de todo el mundo. Claro que la muerte no es el final como reza ese canto de iglesia.

Manuel podría ser uno de esos Ilicitanos por el mundo. A pesar de haber nacido en Argelia y cerrar los ojos en Bastia, siempre llevó a Elche por bandera.

Descansa en paz en tus queridas montañas y espero que te sientas orgulloso de todos nosotros, que tanto te amamos en vida y tanto te recordaremos en lo que nos reste de ella. Descuida, cuidaremos de la tía.

Riposa in pace

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